A pesar de que los creyentes afirman (sin prueba alguna por supuesto) que su dios es un ente benevolente, los hechos simplemente indican todo lo contrario.
Si alguien se lee con una mínima capacidad de raciocinio la Biblia llegará a la inevitable conclusión de que dios y su hijo bastardo son simplemente unos matones, unos mafiosos del tres al cuarto que chantajean a la Humanidad con un infinito mundo de torturas, horror y dolor si no pagan el soborno y la sumisión. Exactamente lo mismo que hacen la Mafia siciliana o la Camorra napolitana.
Se puede decir más alto, pero no más claro.
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