Dentro del esperpento nacionalcatólico de este país de
pandereta, permanentemente sumido en la más ignorante superstición no pasa un
día en el que nuestros ministros cortos de luces y sumisos ante hisopos y
sotanas no nos muestren con total evidencia su más abyecto papanatismo
católico.
Así otro año más la Guardia Civil envía de pías vacaciones a una docena de sus miembros más meapilas e ignorantes (por supuesto con todos los gastos pagados a cargo del erario
público y los impuestos de todos los españoles porque otra cosa no, pero los católicos son más avaros que el tio Gilito y no van a ir de alucinación por sus propios medios y con su propio dinero) de peregrinación al santuario circense
de Lourdes, para rendir devora pleitesía a una de las más grandes alucinaciones colectivas de la Humanidad.
Así, mientras en este país no hay dinero para pagar
educación ni sanidad públicas, no se pueden "derrochar" nuestros impuestos en ciencia, cultura o ayudas para los más desfavorecidos, en cambio sí se puede malversar todo el dinero público imaginable en las supersticiones de los alucinados creyentes en palomas fornicadoras, zarzas ardientes,
milagros del tres al cuarto de casposas vírgenes y santos, incultas
romerías, sanguinolentas
procesiones y demás memeces únicamente aptas para solaz y esparcimiento de los más
simples y deficientes mentales miembros de nuestra especie.
Lo has definido de maravilla: esto es un esperpento.
ResponderEliminarEsta gente no tiene vergüenza. Y cada vez queda más claro ante la sociedad cuáles son sus prioridades: parece que sólo hay dinero para fomentar la religión.
¿Será ésto verdad o quizás una ficción de Jordi Evole?
ResponderEliminarEn este país creo que están esperando a que los santos solucionen la crisis y claro, así nos va.
ResponderEliminarEsta bastante clara tu postura y aunque no soy catolico te expresas de una manera muy lamentable. como llamar DEFICIENTES MENTALES a los que no creen lo que tu, creo con todo respeto que tu eres un deficiente mental gracias a tu comentario.
ResponderEliminarCarlos
ResponderEliminarUn deficiente mental tal y como indica muy claramente la Wikipedia (y todos entendemos) es aquella persona con "retraso en el aprendizaje o alguna dificultad concreta de aprendizaje" o también un individuo con "retraso mínimo en las áreas perceptivas y motoras". Entonces, una persona que piensa que tiene un amigo imaginario barbudo que le escucha y que le ayuda está al mismo nivel que un niño de 5-7 años que cree que el ratoncito Pérez regala dinero a cambio de dientes o que papa Noel le trae regalos, ergo este adulto tiene un "retraso en el aprendizaje o alguna dificultad concreta de aprendizaje" de varias décadas. También, una persona incapaz de distinguir la realidad del mundo de los mitos (duendes, santos, serpientes parlantes, zarzas ardientes, etc) tiene un claro "retraso mínimo en las áreas perceptivas".
En resumen, calificar de deficiente mental a un verdadero creyente no es un insulto sino por el contrario la simple constatación de un hecho, por mucho que te siente mal. Vamos "llamar pan al pan y vino al vino" como muy sabiamente dice el viejo refrán castellano.
Por cierto, en cambio como yo NO tengo "problemas de aprendizaje ni retraso en áreas perceptivas" no se me puede considerar un deficiente mental y por tanto, dentro de tu patente desconocimiento de la lengua castellana ese epíteto si que se puede considerar ofensivo y por tanto, tu serías un mezquino insultador (que necesita estudiar algo de lengua y etimología antes de escribir comentarios al tuntún en la web) sin ningún tipo de educación, respeto ni vergüenza.
Carlitos...
ResponderEliminarNormalmente la postura de cualquier Ateo es clara, lo que no queda clara es tu postura, que no te consideras católico, pero crees en alguna otra estupidez. Después, el hecho de decir que un Ateo cree en alguna cosa diferente de los que creen, sabiéndose que los Ateos no creemos en nada. Y por último, pides disculpas para intentar insultar una persona que no se incomoda por lo que puede ser dicho por un ignorante. Estás perdiendo tiempo.