En estos momentos, en los que es más necesario que nunca que todo el mundo se vacune para empezar a dar fin a ya esta larga y sangrienta epidemia todavía quedan irreductibles analfabetos que anteponen su idiocia a la salud pública. Pero al menos en Nueva York empiezan a pagar las consecuencias.
El “Northwell Health”, la institución sanitaria más grande del estado de Nueva York ha decidido ponerse serio en el tema de la vacunación y tras una exitosa campaña entre su personal, casi el 100% de sus empleados se ha vacunado contra el coronavirus. Pero como siempre quedan irreductibles imbéciles que, a pesar de todo lo vivido estos dos últimos años, se aferran a una mal entendida, además de criminal, libertad de seguir propagando el virus.
Y como no es cuestión de que estos analfabetos científicos pongan en peligro la salud y la vida de los pacientes, la empresa ha decidido ser tajante y un par de docenas de estos criminales iletrados que se negaron repetidamente a vacunarse han sido despedidos de manera fulminante. Ojalá el ejemplo cunda tanto en EEUU como en el resto del mundo civilizado y estos ignorantes empiezan a sufrir las consecuencias de su irracionalidad.
Ojalá pudiéramos hacer lo mismo con los objetores de conciencia que en España se niegan a hacer abortos, cuando son admitidos por nuestras leyes.
ResponderEliminarSeamos coherentes y tolerantes con las creencias de los demás, por estúpidas que sean y aunque ellos no lo sean con las nuestras; si practicar el aborto va en contra de su manera de pensar no podemos obligarlos. De hecho, como tú bien dices, el aborto se admite pero los profesionales con cualificación para ese tipo de intervención no tienen ninguna obligación.
EliminarEn su día, cuando el servicio militar era obligatorio, yo fui objetor de conciencia, ¿me obligarías tú a hacer el servicio militar?
“Seamos coherentes y tolerantes con las creencias de los demás …”
EliminarTe equivocas, las creencias no tienen derechos y mucho menos cuando son irracionales y heredadas de nuestro más profundo pasado supersticioso.
“si practicar el aborto va en contra de su manera de pensar no podemos obligarlos […] yo fui objetor de conciencia, ¿me obligarías tú a hacer el servicio militar?”
Eso de no obligar a nadie no es un derecho absoluto. Por supuesto que no se puede obligar a nadie a hacer algo en su vida privada. Ahora bien, ser un profesional conlleva una obligación, y si es sanitario mucho más porque lo que está en juego es la salud y la vida de los pacientes. Si una persona no quiere practicar abortos, que no se haga ginecólogo sino neurocirujano, neumólogo o hepatólogo que allí no tendrá que elegir entre su paciente y su conciencia.
Porque yendo al ejemplo personal que has dado, yo también fui objetor de conciencia en su momento, pero por ello hubiera sido totalmente absurdo que luego hubiéramos solicitado la entrada en el Ejército y cuando se nos hubiera dado el fusil de asalto decir que nos negábamos a disparar.
Creo que en el "Bible Belt" les será un poco más difícil la tarea de obligar a las personas a utilizar las neuronas por primera vez
ResponderEliminar