Está demostrada la relación entre todo tipo de sustancias
alucinógenas y los trances religiosos, porque parece ser que las deidades han sido
siempre esquivas y, dejando de lado el contacto directo con dementes, solo los
drogados parecen entenderse con su divinidad.
Y el último ejemplo de esta ya milenaria relación entre el
consumo de drogas y las revelaciones divinas nos llega desde Israel, en donde un
grupo de arqueólogos ha encontrado en el altar de un antiguo templo de hace
2.800 años restos de marihuana. En otros yacimientos relacionados previamente estudiados también se ha encontrado opio.
De todo ello se deduce que el judaísmo, al igual que otros
muchos cultos antiguos, tiene su origen en una distorsión de la conciencia
debido al uso (y quizás abuso) de sustancias psicotrópicas por parte de los
sacerdotes, cuyos efectos alucinógenos se pueden confundir fácilmente con una
inexistente realidad por parte de culturas científicamente analfabetas que
desconocía todo del funcionamiento del cerebro y de su modificación química por
este tipo de sustancias.
Que se lo pregunten si no a los miembros de la Native American Church a quienes el gobierno de los EE.UU. les deja meterse todito el peyote que les de la gana de forma totalmente legal. Esos si que saben...
ResponderEliminar