En un momento en donde se extreman las medidas higiénicas y
el contacto entre personas se reduce al mínimo, sin embargo hay millones de
ignorantes supersticiosos que se atreven a chupar todos de la misma cuchara
mágica.
Los ortodoxos griegos llevan siglos con la más que
antihigiénica costumbre de tomar con una cuchara compartida esa pequeña oblea de pan que supuestamente es
el cuerpo de su nazareno milagrero ¡qué asco de canibalismo y de compartir
babas ya puestos!
E incluso en estos momentos de pandemia mundial un alto
teólogo griego se atreve en su infinita ignorancia a asegurar que
"En el cáliz sagrado, no hay pan ni vino. Es el cuerpo y la sangre de Cristo”,
por lo que
"No hay una pizca de sospecha de transmitir este virus, esta enfermedad, ya que en el santo cáliz está el Hijo y la Palabra de Dios."
¡Y a tomar vientos la Teoría
Microbiana de la Enfermedad!. Por ello cada vez estoy más convencido de que
existen pruebas abrumadoras de que los verdaderos creyentes son semideficientes
mentales, necesitados de una estricta tutela judicial por parte de los servicios
sociales para que no se autoinfrinjan daño (y tampoco pongan en peligro al
resto de los ciudadanos) con sus delirantes y claramente peligrosos
comportamientos.
Pero es más, es que encima cuando los científicos les informan
de los peligros de esa más que asquerosa costumbre, lejos de seguir las
recomendaciones, como buenos indigentes mentales que son se atreven a ofenderse porque El
Santo Sínodo, el órgano rector de la iglesia ortodoxa griega, dejo muy claro
que cualquier sugerencia de que chupar la misma cuchara de madera pueda
transmitir enfermedades o dolencias es una blasfemia puesto que
"la Sagrada Comunión es la medicina de la inmortalidad, antídoto a no morir, sino a vivir de acuerdo con las enseñanzas de Jesucristo para siempre."
¡Vivir para siempre! eso sí, en
el tranquilo reposo de los cementerios reciclando el cuerpo humano como comida
para los gusanos.
Pero, que quede bien
claro que debemos respetar (con humildad a ser posible) las mayores majadería
de estos ignorantes, porque parece ser que lo que aparece en un mohoso libro
escrito por analfabetos científicos de hace varios milenios está por encima de
cualquier otra consideración.
"Por ello cada vez estoy más convencido de que existen pruebas abrumadoras de que los verdaderos creyentes son semideficientes mentales".
ResponderEliminarCreo que deberías quitar lo de "semi".
No podría estar más de acuerdo con usted.
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