La asquerosamente denigrante moral católica

Como dijo el sabio, sólo la religión puede conseguir que las personas cometan actos atroces, o como en este caso los justifiquen. 

Les pongo en antecedentes. En Brasil una niña de nueve años es violada por su padrastro. Y para rizar el rizo del drama la niña queda embarazada. La madre, para intentar en la medida de lo posible que este acto atroz no condicione para siempre la vida de su hija solicita que se practique un más que justificado aborto, puesto que condenar a una niña de 9 años a cuidar y ver crecer durante décadas a ese niño fruto de su tragedia sólo se le ocurriría a un psicópata que quisiera torturar de por vida a esta pobre inocente. Y así se produce al final el aborto terapeútico en un hospital con todas sus garantías.

Pero desgraciadamente el asunto no termina aquí puesto que ahora entra en acción esa "santa" madre católica, apostólica, romana y más que criminal iglesia. Los sotanado del país, lejos de apoyar a las dos víctimas (madre e hija) deciden en su más que terrible tragedia, deciden excomulgar tanto a la madre como al equipo médico al completo que intentaron desesperadamente volver a poner un poco de normalidad en una vida más que rota.

Y la ofensa y el desprecio hacia las víctimas no termina aquí, sino que para mayor humillación el cardenal Battista, que ha sido el amoral encargado de justificar lo injustificable aseguró que con respecto al padrastro violador la iglesia no tomará ninguna medida (imagino que por eso de que la zarza ardiente es aficionada a los más variados y terribles delitos, incluido el de ordenar la violación en masa de las mujeres de los enemigos de Israel). Es más ¡agárrense, porque el argumento no tiene desperdicio dentro de su más abyecta podredumbre moral! el purpurado declaró que el padrastro podrá seguir comulgando dentro de esa iglesia que ha expulsado a una madre rota por el dolor y a los abnegados profesionales médicos que la apoyaron en su intento de mitigar el dolor de su hija porque y cito textualmente

la violación es menos grave que el aborto

Y por supuesto, respetemos siempre con la mayor devoción a la religión en general y sobre todo, a sus más que impresentables representantes en la Tierra (a los que debemos colmar con todo tipo de sinecuras) porque sin ellos no podría existir moral alguna, tal y como ha demostrado este increíble caso.

P.D.

Les dejo una fotografía que debería ganar un premio, por el más que agudo simbolismo que representa.