Chimpancés y gorilas son en realidad humanos (des)evolucionados

El principal patrón de la religión no solo es su perpetua contradicción con los hechos científicos, sino la prepotente ignorancia de los creyentes cuando intentan aunar sus infantiles dogmas con el conocimiento desvelado por la ciencia.

Y el último ejemplo nos viene de Turquía, allí un periodista afín al islamista partido de gobierno y que además dice ser médico ha sorprendido al mundo con su "brillante" y muy musulmana interpretación de la evolución. Basándose en diferentes textos del Corán, nuestro protagonista ha llegado a la conclusión que el "judío" Darwin y los miles de científicos que después pulieron y ampliaron la Teoría de la Evolución están completamente equivocados ya que

"Los humanos no se derivan de los monos, sino que los monos proceden de seres humanos. Hay muchos factores para la creación de este tipo de anomalías, entre ellos divinos, ambientales y químicos."

Y por supuesto si los monos son humanos (des)evolucionados pues ¿de dónde provienen? Y aquí nuestro periodista islamista ha vuelto a echar mano de la fuente del verdadero conocimiento: el Corán.

Inciso observen qué fácil es hacer ciencia musulmana, nada de desenterrar durante años huesos fósiles en apartados lugares perdidos de la mano de Alá, nada de costosos experimentos, leyendo un libro en la comodidad de la mezquita se resuelven todas las dudas.

Pues volviendo al tema del origen del mono, nunca mejor dicho, resulta que (cómo no podía ser de otra manera) gorilas y chimpancés tienen ancestros judíos (no sabemos si por parte de padre o de madre), ya que es evidente que los hebreos (y en esto están de acuerdo musulmanes y cristianos de todas sus variantes) son los humanos más despreciables, y por tanto más imperfectos de la siempre "perfecta" Creación.

Y por supuesto, alguien nos  vendrá luego con esa estúpida matraca de que "hay que respetar (y apoyar) las creencias", cuando es evidente que lo único que hace la religión es convertir a seres humanos (teóricamente pensantes) en meros deficientes mentales, cuyas capacidades cerebrales dentro de la escala evolutiva están muy por debajo no ya de nuestros inteligentes primos gorilas y chimpancés, sino de cualquier y simple roedor o lagarto.