Triste es el mundo actual en el que vivimos para que hayamos
llegado a la kafkiana situación de tener que justificar lo que debería ser la
más sencilla muestra de justicia social.
Porque es increíble que los nuevos partidos de izquierda que
están surgiendo en Europa: Siriza, Podemos, etc. sean catalogados de
ultraizquierda, demagogos, terroristas y el resto de epítetos que día sí y día también
reciben por parte del poder y sus lacayos de los impresentables medios de
comunicación que se autodenominan "serios".
Porque estos partidos no están planteando una revolución al
estilo de la francesa (cosa por cierto que quizás sea ahora totalmente
necesaria) sino que simplemente
piden medidas tan "revolucionarias, demagógicas, inalcanzables y
utópicas" como que para acabar con esta crisis y mantener el estado del
bienestar
"Bastaría hacer que los más ricos paguen los mismos impuestos que en la media de la UE"
¿Cómo hemos llegado a este punto de degradación moral en nuestras
pseudodemocracias de opereta para que pedir que un multimillonario, que
además ha amasado su fortuna con el sudor y muchísimas veces con la sangre de
millones de desheredados tanto del Primer como del Tercer Mundo (y que
debería estar encarcelados por explotación
infantil o simple esclavitud si hubiese una mínima justicia democrática),
pague los mismos impuestos que cualquier humilde trabajador o pensionista (esos
que no llegan a fin de mes), en lugar de que se le permita usar legalmente esos
paraísos fiscales, SICAV y demás "ingeniería" financiera, sea
considerado algo irrealizable, perseguible o incluso criminal?
¿Cómo hemos permitido que el pensamiento único neoliberal haya ganado la
guerra de las ideas y los ciudadanos vivamos cobardemente humillados ante el
abuso y la explotación a las que nos somete constantemente el poder, sus
lacayos y sus esbirros?
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