Pues aunque ustedes ateos, herejes y demás gentes de mal
vivir no se lo crean, lo cierto es que el Maligno y toda su corte de demonios
de distintos rangos hacen de las suyas por tierras castellanas.
Porque sólo así se puede entender que el sacerdote
vallisoletano Jesús Hernández Sahagún, de rabiosa actualidad por haber exorcizado nada más y nada menos
que 13 veces a una menor que padecía problemas de anorexia y
ansiedad, eventos que unos psiquiatras ateos no supieron diagnosticar
adecuadamente como una posesión demoniaca de libro por su científica impiedad, acaba
de declarar que el Diablo y sus adláteres
se dedican con ahínco a visitar esas recias y piadosas tierras
castellanas, ya que nuestro esforzado experto en demonología ha tenido que librar batalla
en desigual combate con las huestes infernales
en ¡más de 200 ocasiones! en los últimos años. Vamos que Castilla
parece el lugar preferido por el Maligno para cosechar almas de incautos
herejes.
Y como consejo de nuestro experto exorcista cuiden muy mucho sus "dolores de cabeza o esternón que persistan después de infructuosas
visitas al médico" porque parece ser que esos son los claros síntomas de
que Belcebú, Araziel o Satanás andan detrás de su alma. Pero se preocupen, y
por supuesto no tomen pastillas para el dolor de cabeza porque no les servirán
de nada, y fíense del piadoso experto puesto que con unas pocas de sus
"oraciones liberadoras" los dolores y los demonios desaparecen. ¡Eso
sí que es medicina de la buena y no los heréticos tratamientos de la medicina
científica!
P.D.
No me digan que no es para coger al curita alucinado, al
obispo de turno y hasta al mismísimo papa romano y encerrarlos de por vida en una
institución psiquiátrica para que primero no se autolesionen y segundo y sobre
todo para que no produzcan daños a esos pobres catetos, miembros del ignorante y alucinado rebaño cristiano, que más parecen vivir en el oscuro Medievo que en hipertecnológico y científico siglo XXI.
Nota desencantada:
Hoy 9 de diciembre es el Día Internacional del Laicismo y de la Libertad de Conciencia y seguimos subyugados por los pinmensos privilegios de esa importante parte de la Humanidad que sigue anclada en los absurdos mitos de los más ignorantes de nuestros antepasados.
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