Aunque suene a un mal argumento de una película distópica, España
es el único país del mundo en donde un criminal genocida nazi podría recibir un homenaje y reconocimiento públicos a pesar
de sus terribles crímenes de guerra.
Así, nuestra filofascista alcaldesa de Madrid, la ignorante
y cateta Ana Botella, cuyos únicos méritos
han sido ser fecundada cristianamente en repetidas ocasiones por el triste personaje
con bigote fascista que es su marido, ha decidido en su ofensiva y criminal visión del mundo rendir homenaje a las víctimas
de ETA colocando
una placa en honor del asesino fascista Carrero Blanco.
Ahora sólo hay que esperar una calle en Madrid como homenaje
en honor a Reinhard
Heydrich, "asesinado" por
la resistencia antifascista checa y por supuesto, nuestra alcaldesa promoverá
un juicio sumarísimo bajo jurisdicción militar contra esos pobres y abnegados
partisanos que cometieron el terrible "crimen" de matar a un genocida
nazi, porque según su vergonzante neutralidad, todas las víctimas son iguales,
sean éstas los millones de asesinados por el fascismo o los propios criminale, los
jerarcas nazis.
No hay comentarios:
Publicar un comentario