Mientras se desmantela la sanidad y la educación públicas, la Comunidad de Madrid tiene muy claras sus prioridades.
Pues sí, en Madrid no habrá dinero para servicios públicos y los recortes están a la orden del día pero para nuestros piadosos gobernantes siempre se pueden sacar un par de millones de euros para lo verdaderamente importante: restaurar 25 iglesias parroquiales, ermitas, monasterios y conventos de 19 localidades de Madrid.
Porque imaginen por un momento que esas 25 construcciones católicas se convierten con los años en inhabitables ¿qué sería de esta santa tierra cristiana con tan sólo otras miles de propiedades esparcidas por todos los rincones de ciudades, pueblos, aldeas y campos de nuestra geografía propiedad de la venerable (y pobre) madre iglesia que sólo sirven para rendir homenaje y tributo al nazareno? Porque en ese caso lo mismo los católicos tendrían que reunirse al raso y eso sería una discriminación intolerable.
Así que gastemos con piadosa alegría los escasos fondos públicos en mantener en perfectas condiciones todas y cada una de las miles de posesiones inmobiliarias del catolicismo patrio porque así la virgen del Rocío, San Isidro Labrador y el resto del santoral católico nos seguirán concediendo sus santos parabienes tal y como nos recuerdan a la menor ocasión nuestros papanatas ministros.
Porque imaginen por un momento que esas 25 construcciones católicas se convierten con los años en inhabitables ¿qué sería de esta santa tierra cristiana con tan sólo otras miles de propiedades esparcidas por todos los rincones de ciudades, pueblos, aldeas y campos de nuestra geografía propiedad de la venerable (y pobre) madre iglesia que sólo sirven para rendir homenaje y tributo al nazareno? Porque en ese caso lo mismo los católicos tendrían que reunirse al raso y eso sería una discriminación intolerable.
Así que gastemos con piadosa alegría los escasos fondos públicos en mantener en perfectas condiciones todas y cada una de las miles de posesiones inmobiliarias del catolicismo patrio porque así la virgen del Rocío, San Isidro Labrador y el resto del santoral católico nos seguirán concediendo sus santos parabienes tal y como nos recuerdan a la menor ocasión nuestros papanatas ministros.
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