Acabo de descubrir esta impactante imagen realizada por el fotógrafo
ruso Pavel
Prokopchik que ha obtenido el tercer
premio del “World
Press Photo 2012”
en la que se recoge el momento en que la curandera kazaja Bifatima Dauletova
lleva a cabo una limpieza ritual con sangre de cordero de varias personas. Parece
ser que Bifamita es una conocida mística y chamán musulmana a la que acuden
personas con problemas de salud o de adicción, o simplemente para tratar
asuntos cotidianos. Como se puede observar, un grupo de personas desnudas
(salvo sus partes pudendas) de edades diversas se encuentra dentro de lo que
parece ser una pequeña poza, mientras son rociados por un par de acólitos con
la sangre todavía caliente de un cordero recién degollado, y a la vez que la
chamán realiza el ritual de purificación ya que según ella así transfiere los
pecados de los humanos al animal recién muerto.
Parece ser que aunque la mayoría de la población de Kazajistán
es musulmana desde hace varios siglos, esta
religión convive con los elementos tradicionales del chamanismo que
cultivaban las tribus kazajas desde la más remota antigüedad: espíritus que habitan
en la tierra, el cielo, el agua, el fuego, además de en los animales
domésticos. Vamos el típico sincretismo
religioso al estilo de la relación existente entre el cristianismo y la santería en muchos lugares
de América Latina. Parece ser que este tipo de curanderos
chamanes que se caracterizan por la importancia del estado del trance en el
proceso curativo es bastante común y está resurgiendo en esta república asiática
tras la caída del imperio soviético. De tal forma que es usual encontrar en las
calles de sus escasas ciudades a mujeres oráculo y en la zona nordeste del país
son habituales sesiones colectivas en salas de cine donde cientos de personas acuden
a ser tratadas por los curanderos. Tal es el prestigio de este tipo de
personajes que es habitual que incluso personas de posición acomodada y hasta altos
funcionarios del gobierno o políticos sean tratados por estos chamanes. Un poco
al estilo del curandero brasileño Joao de Deus que ya comenté en una entrada
anterior, el cual había “tratado” al mismísimo expresidente de Brasil, Lula
Da Silva.
En resumen, un nuevo caso de que la ignorancia y la
superstición siguen anidando con fuerza en este nuestro mundo del siglo XXI y
que cientos de millones de personas siguen todavía profundamente anclados en el
más tenebroso e ignorante pasado.
creo que el viejito ensangrentao aparecio en borat
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