Y luego nos sorprendemos que el PSOE abandone la izquierda siempre que llega al poder

Un clásico de la democracia española es ver el diferente comportamiento del PSOE según se encuentre en el gobierno o en la oposición.

Así cuando se encuentra en la oposición el PSOE saca toda su batería de ideales: justicia social, igualdad económica, lucha contra el gran capital y los poderes fácticos, sobre todo la iglesia. Pero muy desgraciadamente en cuanto vuelve a recuperar el poder todas estas grandes promesas de reformar esta pseudodemocracia de mentira van perdiendo fuerza hasta llegarse a la misma situación de compromiso con la iglesia y sobre todo con el todopoderoso mundo neoliberal. Porque recordemos que las grandes "reformas" o más bien drásticos recortes en pensiones, sueldos y derechos laborales comenzaron con los gobiernos del PSOE y el PP ahora en el gobierno es un simple aprendiz adelantado.

¿Y cómo se puede explicar este esquizoide comportamiento? Pues muy sencillamente, cuando está en la oposición el PSOE debe movilizar a un electorado de izquierdas para poder llegar al poder, pero luego ya encumbrados hay que mirar por el futuro personal. Y así, más o menos de tapadillo ir sacando las leyes adecuadas para que todo el entramado siga en pie. Y claro luego, años después, la recompensa viene en forma de fichajes multimillonarios en bancos y grandes empresas empezando por el insigne Felipe González hasta cubrir al último ministro o secretario de estado como ha ocurrido recientemente.

Y claro luego nos sorprenderemos nuevamente de que el PSOE abandone todas sus promesas e ideales al ganar unas elecciones. Si es que no aprendemos, tropezamos una y otra vez en la misma piedra y nos dejamos engatusar por los mismo viejos y repetitivos cantos de sirena de un partido que ya sólo tiene de rojo el logotipo.