A lo largo de los siglos profetas, que entran en la actual definición de enfermos mentales, han predicado con mayor o menor acierto que saben cuántos dioses existen, cuáles son sus filias y sus fobias y lo que tenemos que hacer para contentarlos y conseguir su aprobación.
El problema es tras milenios de búsqueda, estos “elegidos” no se ponen de acuerdo ni siquiera en cuantos dioses existen. Y lo peor de todo, es que como muy irónicamente indica en el siguiente video Christopher Hitchens todos podemos jugar a este estúpido juego con las mismas probabilidades de acertar sobre los gustos divinos.
Entonces, ¿a qué narices perder el tiempo haciendo caso a este profeta, a ese visionario o a aquel iluminado?
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