Porque es totalmente ofensivo que los creyentes muestren el supuesto
“milagro” de que su anciano abuelo ha sido curado “milagrosamente” de su pérdida
de visión o que una monja analfabeta afirme que sus hemorroides desaparecieron
cuando ambos rezaban (con el debido fervor) a San Apapurcio mártir o a la
serpiente emplumada mientras, tal y como indica Michael Shermer en el siguiente
video, decenas de millones de niños mueren anualmente, tras terribles
sufrimientos, de hambre o de horribles
enfermedades infecciones o cánceres varios.
Es por ello que los creyentes deberían arrodillarse de verdad y pedir perdón (humildemente si pudieran) por las atrocidades cometidas en cada segundo por esa supuesta benevolente deidad que en realidad si existiera sería el peor psicópata imaginable.
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