Algunos creyentes usan su cabeza para algo más que para llevar el sombrero o el turbante

Está más que demostrado que las personas religiosas suelen tener bloqueado el raciocinio desde pequeñas, por lo que de adultos se comportan como meros papagayos repitiendo estúpidamente las locuras que les inculcaron en su infancia. 

 

Sin embargo, muy raramente, un creyente observa y constata esas evidentes contradicciones que se encuentran dentro de esa sarta de mentiras y delirios en la que consiste la religión y hace uso de su raciocinio tal y como sencilla, pero más que irónicamente, lo narra esta atribulada católica. 

 

Y eso sí que se puede considerar todo un verdadero milagro.