Aunque los religiosos en su preocupante ceguera intelectual lo nieguen todos los libros sagrados, lejos de ser un dechado de verdades y virtudes son únicamente un delirante catálogo de machismo, sexismo, homofobia, discriminación, opresión y hasta de incitación a los peores y más repulsivos delitos.
Y ello es simplemente debido a que fueron escritos por profetas dementes de épocas pretéritas donde nadie llegaba siquiera a sospechar eso de los derechos humanos, tanto individuales como colectivos.
Y como muy irónicamente expone el cómico Buenafuente en este ya clásico video, poco da que se lea la Torá, la Biblia o el Corán, porque parece ser que el sol del desierto afectaba muy especialmente a esos iluminados y desgraciadamente de manera poco positiva para los derechos y hasta la vida de las personas.
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