A diferencia de los musulmanes, que en su fanatismo tienen muy claro que con la divinidad no se puede negociar y se deben seguir a rajatabla los disparates escritos por un beduino pederasta en su libro sagrado (por muy irracionales, dementes y hasta criminales que estos sean), los católicos por el contrario no tienen ni la más mínims idea de las estupideces escritas (y los delitos también) de su supuestamente sagrada Biblia, porque ninguno de ellos se ha leído ni siquiera una pequeña parte, simplemente son papagayos católicos que afirman su supuesta creencia con el mismo fervor pero como el mismo poco cerebro que las aves parlantes.
¡Y menos mal! porque si los cristianos leyeran y quisiesen cumplir con todo lo ordenado en ese terrible libro volveríamos de pleno a la época de ese terrible Medievo con cristianos y musulmanes a cual más dementemente fanáticos y criminales.
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