Nadie tan "imaginativo" en el tema sexual como un reprimido sacerdote católico estadounidense.
Al volver a casa por la noche un vecino observa intrigado luces en la iglesia de su pequeño pueblo y al mirar por la ventana descubre perplejo a un hombre montándose en el altar un trío fetichista con dos mujeres vestidas de cuero negro, corsés y botas altas de tacón. El vecino alerta a la policía, que descubre que el hombre es el sacerdote del pueblo que había pagado a dos prostitutas dominatrix para alegrarse el día y grabar todo el espectáculo para luego poderlo recordar en las noches de invierno.
El obispo de la diócesis decidió quemar el profanado altar y obligó al ya exsacerdote a pagar la incineración y su sustitución por uno nuevo. Además, nuestro protagonista con alzacuellos ha sido condenado por vandalismo y por realizar actos sexuales en un lugar público a tres años de libertad vigilada. Aunque, como indicaron las prostitutas, el sexo fue consentido entre adultos y entonces esta absurda condena merece pasar a los anales de los privilegios religiosos.
¿Ahí no tienen algo como los Abogados Cristianos? Ah, no, que aunque lo tuvieran, el clero no les incumbe al parecer...
ResponderEliminarA los abogados cristianos hispanos no les importan los cuas pederastas, ni tampoco los fascistas; solo es relevante para ellos si un titiritero "ofende" a la judía adúltera.
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