Los verdaderos religiosos, esos que siguen al pié de la letra los dictados de profetas dementes, en el fondo son unos psicópatas de libro, que en algún momento del futuro cuando la psiquiatría se libere de las cadenas de la religión serán tratados adecuada y profesionalmente.
Porque si alguien es un verdadero creyente, que sabe que todo lo escrito por fanáticos analfabetos en viejos y mohosos libros es cierto, ¿para qué llevar a tu hijo o a tu mujer al médico? ¿porqué no castigar, mutilar y hasta matar ese pervertido vástago que (contraviniendo la sagrada doctrina) fornica analmente con otro hombre?
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