Para que luego digan que los milagros no existen. Un psicólogo estadounidense que "vivió durante 25 años en el desierto ateo" volvió a incorporarse al aborregado rebaño católico tras haber leído la escolástica medieval más retrograda.
Un tal Kevin Vost que se crió como católico y "pasó 25 años en un desierto ateo" volvió a abrazar a Cristo y su única y verdadera Iglesia (la católica por supuesto) cuando se encontró con los escritos de Santo Tomás de Aquino. ¿Y cuál fue ese libro inspirador que cambió su vida? pues nada más y nada menos que la "Suma Teológica".
¿Y cuáles son esos "poderosos" argumentos desplegados por un teólogo que, no lo olvidemos, era un completo analfabeto mental fanáticamente atado a su irracional fe (más o menos como todos los creyentes de ese tenebroso siglo XIII EC)?
Inciso, lo primero es que el hecho de que ese famoso libro haya convencido a un psicólogo del siglo XXI es ya un relevante motivo de reflexión, ya que habría que plantearse muy seriamente la reforma en profundidad del sistema educativo para que este tipo de cosas no puedan volver a pasar, porque es evidente que algo falla en la forma de transmitir conocimientos y pensamiento en las aulas de los centros educativos.
Pero volviendo al tema principal, los "poderosos argumentos" del fraile escolástico son los condensados en las tristemente famosas "cinco vías":
1.- El primer motor. Que es una burda copia del argumento de Aristóteles modificado para concluir que todo es debido al dios católico, que los demás ya sabemos que son obra de Satanás para engañar a herejes. ¿Pruebas? pues como todo en teología: ninguna, simplemente el plagio más indecente ¡para que luego digan del actual "copy-paste"!
2.- La vía de la causa eficiente. Como todo tiene una causa, pues pará qué perder el tiempo estudiando e investigando, es seguro que todo fue causado por el dios católico ¡y punto! que la hoguera estaba siempre en la reserva para "convencer" a los irreductibles.
3.- La vía de la contingencia. Vuelta la burra al trigo con el "argumento" de que todo lo que existe tiene que haber sido gracias a la zarza colérica.
4.- Vía de la perfección. Otra vuelta de tuerca sobre lo mismo: como hay distintos grados de perfección o belleza tiene que haber ¡porque lo dice un monje! algo que sea la perfección infinita y ¡tachán! otra vez la respuesta es el catolicismo.
5.- Vía de la finalidad. Como todo tiene "finalidad" pues alguien debe haberla ideado. No me digan que no es descorazonador que un adulto al que más de mil millones de seguidores le consideran una eminencia se haya quedado en esos infantiles 5 añitos donde todos "sabemos" que hasta las piedras del camino están ahí para que ese abusón que nos acosa en el patio del recreo se parta al fin la crisma y quedemos liberados de sus torturas; porque no puede haber otra explicación más racional.
El resumen de estas famosas vías (que han sido desacreditadas innumerables veces por diversos pensadores racionalistas dedicando un mínimo esfuerzo) es que retuercen la realidad para que después de diversos sofismas al final siempre haya un salto al vacío en donde aparece "milagrosamente" dios, pero no Zeus o Apolo, sino el judeocristiano en su variante católica.
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