Lo de este país trufado de fascistas hasta la médula no parece no tener fin, porque lo del alcalde de la capital del reino que se ha dado el indecente gusto de homenajear a un franquista redomado tiene delito.
Millán-Astray fue un general golpista que desde su puesto de jefe de la Oficina de Prensa y Propaganda se dedicó a difundir todo tipo de mentiras y a señalar a los "enemigos" de España: rojos, homosexuales, masones, ateos, judíos, divorciados, republicanos varios y demás que debían ser perseguidos, torturados, violadas en el caso de ser mujeres y asesinados todos ellos impunemente por el bien de la patria y de la santa madre iglesia.
Pero, en este malhadado país repleto de fascistas irredentos ahí tenemos al carapolla
de nuestro alcalde, que sin rubor alguno, homenajea al criminal de guerra.
Y la justicia mientras tanto de vacaciones o persiguiendo perroflautas que parece ser que es a lo único que se dedican.
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