Este es quizás el minuto más esclarecedor de la opresiva prisión de la religión: el hacer que unos niños sin capacidad alguna de racionalismo asuman las delirantes supersticiones de sus padres.
La interesante serie "Por mandato del cielo" expone muy crudamente el terrible adoctrinamiento infantil al que está sometida la infancia en todo el mundo: los absurdos delirios pasan de padres a hijos en un momento en el que nadie puede cuestionarlos: la infancia. Y luego hay que, como muy acertadamente indica el obispo mormón (pero para el caso da igual a que absurdo dios se adore), hay que pagar el diezmo físico, monetario e intelectual para al final quedar convertido en un descerebrado zombi sin ningún tipo de voluntad.
Por eso cuando les dicen que hay un mago en el cielo (que está al mismo tiempo en todas partes), es al mismo tiempo un zombi judío y una paloma fornicadora no lo cuestionan... NO TIENEN PARA TENER CRITERIO PROPIO: "Dios en el cielo y mis padres en la tierra"
ResponderEliminarGracias por el blog. Es muy bueno
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