La infancia, con su inocente racionalismo, puede exponer de la manera más brillante todo ese absurdo tinglado que han montado los cristianos con el dolor y el horror masoquista que llevan impresos en sus creencias.
Y si no me creen, disfruten de este impagable video que debería hacer saltar todas las alarmas en las agencias encargadas de la protección a la infancia.
Anima naturaliter Christiana, decia Agustín de Hipona. Si, claro. Una niña normal, con total inocencia, dice lo que ve ahí adentro. De todos modos hay que reconocer que la Iglesia intentó mejorar su imagen al respecto, pero la enmienda fue peor que el soneto. Si por siglos se predica una doctrina y después resulta que no era tan asi, si resulta que no hay que fijarse en el niño Jesús atado a un poste y con mucha sangre, sino que mejor lo representamos feliz de resucitado después de haber(se) cumplido el capricho del padre , Cierra y vámonos.
ResponderEliminar