Una divertida canción racionalista para comprender esa solemne estupidez de rezar a una deidad inexistente para que solucione los problemas que los humanos hemos llegado a plantear con nuestra propia desidia e ignorancia.
No hay nadie más ignorante e inútil que aquel, que de rodillas y con los ojos cerrados busca una respuesta.
Nunca entendí la extraña relación entre Jesús y el demonio. La potencia del demonio, su persistencia , y la permisividad de Jesús a su respecto, después de que incluso se hizo crucificar para vencerlo, son harto sospechosas. 😉😉
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