¿La vida es sagrada para los religiosos? ¡Venga ya!

Uno de los grandes "argumentos" de los creyentes es que para ellos supuestamente "la vida es sagrada" porque parece ser que así se lo dictó su siempre tan particular deidad. 

Judíos, cristianos y musulmanes parecen estar de acuerdo en una cosa: su versión de la deidad monoteística les ordenó allá por los tiempos de Maricastaña que debían cuidar la vida humana en todas sus facetas.

Pero dejando de lado la falsedad de dicho mandato, es más que curioso que cuanto más fieles sean los adeptos al monoteísmo bíblico, más parecen contravenir esta sagrada orden.

Y así durante milenios, los más fervorosos judíos, cristianos, musulmanes, hindúes, budistas o seguidores del dios elefante se han dedicado con ahínco casi maníaco a torturar y matar con saña sin igual primero a sus correligionarios de creencia por la forma exacta de rendir pleitesía a su deidad y luego a cualquier infiel que se cruzara en su camino. Algo de lo más normal, puesto que la religión es una de las formas más efectivas que ha inventado el hombre para aglutinar (de la manera más dictatorial posible) voluntades y eliminar de raíz la disensión.

Porque otra de las grandes ventajas de la religión es que permite sin atisbo de vergüenza alguna, que un individuo sea capaz de presumir de algo y luego actuar descaradamente haciendo lo contrario de lo que predica.