Damos por supuesto en este hipertecnológico siglo XXI que los avances científicos son incuestionables, y que a medida que pase el tiempo tendremos un mejor y más exacto conocimiento del Universo. Sin embargo al repasar la Historia, como explica el astrofísico y divulgador Neil deGrasse, se nos desvela la extrema fragilidad en la que se basa la Ciencia, siempre sojuzgada por las poderosas fuerzas de la superstición y la irracionalidad.
Así entonces, como bien indica deGrasse, ayer fue el mundo islámico, pero hoy bien podría ser la civilización occidental si se permite que los más atrasados miembros de nuestra especie sigan imponiendo su claustrofóbica y errónea visión de la realidad.
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