Cómo desaprovechar en energías renovables: el despropósito fotovoltaico europeo

Aunque los diferentes estados de la UE están realizando esfuerzos encaminados a la implantación de energías limpias, resulta que la ausencia de una visión de conjunto global está desperdiciando en gran parte el enorme esfuerzo económico realizado hasta ahora por la absoluta estrechez de miras de los gobernantes tanto nacionales como europeos.

En teoría una de las principales funciones de la UE es la obtención sinergias por la asociación de diferentes países, pero en realidad a la hora de la verdad en este organismo supranacional la coordinación brilla muchas veces por su ausencia y parece que cada país hace la guerra por su cuenta. Y el ejemplo paradigmático es la producción de energía eléctrica solar, tal y como lo atestiguan los datos recién publicados por el EurObserv'ER, un consorcio dedicado al seguimiento del desarrollo de los distintos sectores de las energías renovables en la Unión Europea fruto de la colaboración de diversas entidades.

Así esta entidad ha publicado hace unos días su informe anual sobre la energía fotovoltaica en Europa y los datos son bastante curiosos. Centrándose únicamente en los 5 países europeos que han desplegado mayor número de paneles solares se puede observar que Alemania, con unos 59.000 GW instalados, lidera de lejos este ranking, tal y como se muestra en la siguiente figura:

 

Italia ocupa la segunda posición con unos 22.600 GW; el tercer puesto es compartido entre Francia y Holanda con más de 14.000 GW y España ocupa una honrosa quinta posición con unos 13.100 GW.

El mencionado informe también resume la energía eléctrica renovable generada por cada país a partir del inagotable astro rey. Tal y como se muestra en la siguiente figura hay una gran correlación entre potencia instalada y electricidad generada para los 4 primeros países.

 

Sin embargo hay una "anomalía" bastante curiosa. España que presenta el quinto lugar en cuanto a potencia instalada, es sin embargo el tercer productor de electricidad de origen solar con 21.580 TWh producidos, muy cerca de los 25.500 TWh "fabricados" en el país alpino.

Además, si se determina la productividad de cada país a la hora de generar energía eléctrica a partir del sol representada en la siguiente figura:

 

se puede observar que por cada GW de potencia instalado, se producen 0,80 TWh en Holanda y otros tantos 0,85 TWh en Alemania. En Francia esta cifra asciende a 1,02 TWh, mientras que en Italia sube un poco más hasta los 1,13 TWh. Datos esperables, ya que los países más al norte disfrutan de menos hora de sol y por tanto el rendimiento de las placas solares será menor que los ubicados más al sur.

Finalmente, el record se obtiene en España en donde cada GW de potencia rinde 1,65 TWh de electricidad renovable, una cifra significativamente más alta de la obtenida en el otro país mediterráneo con latitud similar como es Italia. ¿Y a qué se debe esta diferencia de un 46%? Pues tal y como se muestra en este mapa obtenido del "Global Energy Monitor" que ubica los principales huertos solares de cada país

 

mientras que la inmensa mayoría de los paneles fotovoltaicos en España se ubican por debajo de la latitud de la Ciudad de Madrid, en Italia ocurre lo contrario. Hecho que indica claramente que los transalpinos deberían apostar por Calabria y las islas de Sicilia y Cerdeña en sus futuros desarrollos.

Y comparando los rendimientos obtenidos en España frente a los de Alemania o los Países Bajos no hace falta ser premio Nobel para entender que no es muy inteligente colocar placas solares en Ámsterdam o Berlín cuando por el mismo precio se podrían instalar en Andalucía o Murcia generando en la práctica el doble electricidad por panel solar fabricado.

Pero por supuesto que no toda esa energía generada en el sur europeo sería utilizable en el resto de Europa ya que su transporte por cables a través de Europa tiene su costo en forma de pérdidas de energía. Según datos de Endesa, por cada 1.000 km de tendido eléctrico se pierde un 3% de la energía transportada, por lo que si queremos llevar energía eléctrica por ejemplo desde Huelva a Berlín, distantes entre sí unos 2.900 km, entonces la pérdida sería de algo menos del 9% del total. Es decir que en el peor de los casos el aumento de producción de la energía solar pasaría a un todavía más que respetable 91% si se hubiera planificado una verdadera política fotovoltaica europea común. Es decir que estaríamos hablando que los 73.000 TWh generados en estos dos países mediante la captura de fotones solares se hubieran convertido en algo más de 139.000 TWh si se hubieran instalado directamente todas sus placas solares en el soleado sur español. Para ello lo único que tendría que haber hecho la propia UE es invertir más en la interconexión eléctrica de los diferentes países, medida que rápidamente sería amortizada por esta gigantesca nueva producción de energía. 

Sin embargo, una objeción podría ser si tantos huertos solares pueden ser ubicados en la regiones del sur español. La superficie de Alemania es de 357.000 km², pero curiosamente la mayoría de los huertos solares germanos se concentran, tal y como se muestra en la siguiente figura en lo que era la antigua República Democrática Alemana que tenía una extensión de unos 108.000 km². Si a esto le sumamos los 41.400 km² de Holanda, el total queda lejos de los 256.000 km² que comprenden las 7 comunidades autónomas españolas por debajo de la latitud de Madrid. Es decir, sitio hay sitio para eso y más.

 

Así que en resumen, por el bien de la eficiencia económica y el propio planeta Europa debería dejar de ser una simple asociación de países y se convertirse finalmente en una verdadera entidad real en donde se planifiquen las políticas con inteligencia.