Un nuevo caso del fanatismo religioso más ignorante, peligroso y hasta criminal nos llega del muy cristiano estado norteamericano de Tennessee.
En uno de esos rincones perdidos de la mano de dios que es el irracional y supersticioso Cinturón de la Biblia estadounidense un pastor, de los que tanto abundan por esos calamitosos lares, ha amenazado a su rebaño de expulsarles de su iglesia si tienen la osadía de acudir a misa con la mascarilla puesta.
Y como no podía ser de otra manera, el aborregado rebaño presente le aplaudió y vitoreó a rabiar. La pena es que cuando estos peligrosos (porque pueden transmitir el virus a personas con el sistema inmune dañado como ancianos o enfermos oncológicos, además de bebés que todavía no han desarrollado adecuadamente el suyo propio) enfermen no se les nieguen los tratamientos médicos y se les envíe a un campo alejado de toda civilización a morirse sin molestar y sin poner en peligro a los demás.
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