Que los creyentes deben tener algún tipo de minusvalía mental es algo que es más que evidente. Pero aún así, no podemos dejar de sorprendernos ante la siempre infantiloide forma de "pensar" de los infectados por el virus de la fe.
En los siempre tan particulares EEUU de Norteamérica un mujer saca varias bolsas de patatas fritas de una máquina expendedora de un hospital y observa que además de patatas las bolsas contienen billetes por valor de 300 dólares. Y nuestra protagonista, que parece ser una de esas cerriles cristianas que todo lo achacan a la voluntad divina, termina pregonando al mundo que la versión judeocristiana de la divinidad ha obrado el milagro de mostrar inequívocamente su existencia.
Dejando de lado que el milagro revelaría que Jehová es un poco rácano, porque ya puestos bien podría haber llenado las bolsas de patatas con billetes de 500 dólares, eso de premiar con una irrisoria cantidad de dinero a una mujer, mientras los hospitales están llenos de moribundos que sufren terribles agonías sería una muestra de las absurdas prioridades divinas.
Y si ese dios tiene tanto dinero; ¿POR QUÉ PIDEN TANTO DINERO EN L@S IGLESIAS/TEMPLOS?
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