Esos dementes cristianos y sus locuras con el coronavirus

No pasa un día en que varios de esos autoproclamados mediadores de la divinidad (judeocristiana por supuesto, que los otros dioses sabemos que son engaños del Maligno para confundir a impíos) no den rienda suelta a su desvarío particular. Y ahora con la actual pandemia coronaviral están más que desatados en su locura.

 

Así, un alcalde de un pueblecito de Tennessee, de esos que son cristianos hasta la más patética ignorancia ha afirmado que no obligará a sus paisanos a ponerse mascarilla para prevenir los contagios hasta que

"El Espíritu Santo no se diga"

¿Cómo se han quedado? Yo epatado y a la espera de que el demente pueblerino nos explique si espera que el susodicho tercio de divinidad se le aparezca en forma de paloma, aunque lo mismo acaba teniendo una sorpresa de órdago y acaba embarazado como la adúltera judía ¡que para eso existen los milagros!

Y si lo del alcalde pueblerino parece difícil de superar, no se vayan porque un pastor protestante de Florida ha añadido su contribución a la estupidez cristiana al afirmar que las vacunas contra la COVID-19 son un complot satánico para cambiar su ADN y

"eliminar el factor Dios de las personas para que no sientan a Dios"

Yo no sé ustedes, pero a mí me resulta casi imposible determinar cuál de estos dos imbéciles integrales es más estúpido en su fanatismo cristiano.

Y ya para terminar esta ronda del cristianismo más cateto presentarles a un telepredicador que fue hace unos años candidato a gobernador del estado de Virginia que ha declarado en repetidas ocasiones que

"¡No tengo el coronavirus! ¡No voy a contraer el coronavirus! ¡No le voy a contagiar a nadie el coronavirus! Porque no puedo tenerlo, porque hablé con Dios al respecto, y me he puesto la vacuna, mi vacuna es el Salmo 91, ¡y estoy LIBRE de ese lío!"

Y claro, parece que por mucho que hable con dios éste le hace poco caso, ya que él mismo acaba de revelar que, como no podía ser de otra manera, pues está infectado y además se lo contagió a su esposa. Menos mal que los votantes de Virginia no eligieron a este estúpido irresponsable, porque imaginen cuales serían en la actualidad sus órdenes y recomendaciones si estuviera al cargo del gobierno de ese estado.