Como no podía ser de otra manera, el anciano purpurado que
mantiene línea directa con la zarza ardiente a través de la siempre lasciva
paloma fornicadora ha encontrado la forma de terminar con la terrible epidemia
del COVID19 que está asolando medio mundo.
Y no se crean que esta solución consiste en donar los
cientos de miles de millones de euros que atesora la santa (pero para nada
pobre) madre iglesia para que se contraten millones de profesionales médicos o
se dispare el presupuesto en investigación biomédica ¡Quiá, que esos son solo sucias
añagazas del Maligno!
El anciano senil vestido de carnaval ha echado mano ¡como es
más que habitual entre la demente secta católica! de su
manido recurso solucionatodo ¡que todos los imbéciles del mundo recen un
padrenuestro el próximo 25 de marzo a mediodía! Ya saben ni el día de antes, ni
el día de después, ni a las 9 de la mañana, ni a las 7 de la tarde porque
entonces la solución "mágica" lo mismo no funciona.
En resumen, que alguien me explique cómo en pleno siglo XXI
medio mundo sigue pendiente de las soberanas estupideces de un anciano que
debería estar en una residencia bojo estricta tutela psiquiátrica.
Y para colmo las monjas de una residencia que atendía a ancianos se han escapado sin ni siquiera avisar, porque ya se sabe que eso de confiar en una invención de unos pobres analfabetos de la Edad del Bronce solo es para los estúpidos.
Y para colmo las monjas de una residencia que atendía a ancianos se han escapado sin ni siquiera avisar, porque ya se sabe que eso de confiar en una invención de unos pobres analfabetos de la Edad del Bronce solo es para los estúpidos.
Los creyentes abandonan las iglesias y van a los hospitales. En el fondo ellos ya saben la verdad.
ResponderEliminarhttps://fernando-criticon.blogspot.com/2013/03/humo-en-blanco-y-negro-y-zapatos-de.html
ResponderEliminarLos que rezan están aterrados ...
ResponderEliminarClara demostración que su fe es una farsa.
Lo de las santas monjas no me sorprende. Trabajé en una escuela católica y vi que a los chicos huérfanos les daban mal de comer ( fideos con manteca ...) mientras ellas comían jugosas chuletas.