Es más que evidente que en nombre de la religión y de la
sacrosanta divinidad se pueden realizar los más depravados crímenes sin ningún
tipo de remordimiento.
Así una familia norteamericana, de esas más que cristianas,
observa con horror que su hijo de 7 años es poco piadoso y aplicado en el
estudio de la Biblia, puesto que es incapaz de conocer diversos versículos de
ese más que delirante libro capaz de destruir el más que escaso raciocinio de
esos más que ignorantes creyentes, y sin pena ni remordimiento alguno los piadosos
padres ordenan a su hijo adolescente que "castigue" adecuadamente la
impiedad del pequeño.
Así que el fervoroso adolescente, henchido por el poder
paterno decide ser tan severo como indica la Biblia y obliga a su pequeño
hermano a arrastrar un tronco de árbol que pesaba casi lo mismo que el pobre
infante durante más de 100 veces, bajo las gélidas temperaturas de su Wisconsin
natal mientras le azotaba con un palo y un cinturón. Como el castigo parecía
poco por tamaña ignorante impiedad bíblica, el hermano mayor colocó el pesado
tronco encima de su más que hereje hermanito y sentado encima acabó
enterrándolo en la nieve sin abrigo ninguno, que parece ser que eso fortalece
mucho el carácter cristiano. Y todo ello se realizó bajo la supervisión del
siempre "amoroso" padre de ambos chavales: la víctima y el verdugo.
Al final el pequeño acabó falleciendo a causa de una mezcla de hipotermia combinada con diversas lesiones
contundentes en la cabeza, en el tórax, en el abdomen y fractura de costillas.
De tal manera que ahora la
policía ha detenido y acusado a los diversos miembros de esta familia de psicópatas
de maltrato, torturas y asesinato.
No hay comentarios:
Publicar un comentario