Es evidente que la religión es la forma más consentida
de producir daño a las personas, niños y bebes incluidos, pero a veces su
sadismo alcanza niveles más que preocupantes.
Si hay una preocupación y hasta obsesión en el actual
mundo occidental es la protección a la infancia. Nadie en su sano juicio se
permite hacer, y ni siquiera imaginar, un maltrato hacia un niño pequeño y en especial hacia un recién nacido. Y mucho menos si esta ofensa es producida
encima de manera gratuita y basada en la más ignorante superstición. En ese
caso es más que seguro que las autoridades ejerzan su derecho a la tutela del
menor. A no ser por supuesto si quien aterroriza y expone a posibles daños físicos más
que evidentes es uno de los miles de sotanados, que bajo las más diversas denominaciones
de esa locura colectiva llamada cristianismo, es el responsable del más que
evidente maltrato infantil. Porque en ese caso siempre se cuenta con la aquiescencia, la complicidad y
hasta la bendición de los poderes públicos que, idiotizadamente arrobados, se
pliegan servil y más que miserablemente ante los designios de analfabetos de la
más remota antigüedad como es el más que impactante caso del siguiente video.
Pero eso sí, la justicia a lo suyo a perseguir,
encarcelar y hasta ejecutar ateos que en realidad son siempre los malvados
seguidores del Maligno.
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