La prueba definitiva de la demencia religiosa viene directamente
de los verdaderos creyentes, esos que siguen fielmente y sin ambages las
verdades reveladas por la Biblia
y sus estrictos y claros mandatos.
Porque a diferencia de esos miles de millones de supuestos
creyentes en el dios judeocristiano, los mismos que dicen encomendarse a la
siempre voluble misericordia divina mientras por otra parte olvidan raudos,
cobarde e impíamente a su todopoderoso dios al menor contratiempo, existen en
el mundo unos pocos millones de Cristianos con mayúsculas, que asumen con todas
sus consecuencias y muchas veces hasta el propio suicidio o el asesinato que
son simples juguetes sometidos a la muchas veces sangrienta voluntad de su inescrutable
creador.
Y el ejemplo más evidente de estos idiotizados, pero por otra parte verdaderos
cristianos, nos viene de los siempre devotos EEUU porque imaginen que un día su
hija de 12 años se pone a vomitar violentamente
y pierde el control de sus intestinos y lejos de mejorar se va debilitando poco a
poco. Pues bien, si ustedes fueran unos auténticos fieles de la zarza ardiente y
pertenecieran a la "Iglesia
de la Asamblea General de los Primogénitos" sabrían que no deben
llamar a un médico o llevar a su hija a las urgencias hospitalarias bajo ningún
concepto, puesto que ello sería una evidente señal de
debilidad espiritual y una
afrenta contra la voluntad de Dios,
por lo que el mejor y único "tratamiento" médico que deberían
administrar a su doliente hija sería rezar y pedir con todas sus fuerzas y
devoción la milagrosa ayuda de su magnánimo dios, aún cuando (como es el caso que
nos ocupa) su
hija muriera un par de días después debido a una simple diabetes, que bien
pudiera haber sido tratada con unas pocas y baratas inyecciones de esa
demoniaca insulina, descubierta por los siempre sospechosamente ateos miembros
de la comunidad científica, depravados individuos al servicio inequívoco del
Maligno y dedicados en cuerpo y alma a intentar impedir por todos los medios la
siempre santa voluntad de dios nuestro señor.
Y si además vivieran en el pequeño y
olvidado estado norteamericano de Idaho, entonces ni siquiera podrían ser
acusados de nada ni perseguidos judicialmente de ninguna manera, puesto que
ello violaría su sacrosanto derecho a la libertad religiosa tal y como las
leyes del ganadero estado muy oportuna y cristianamente reconocen. De tal
manera que las tasas de mortalidad infantil dentro de estas dementes variantes
cristianas pueden llegar a ser ¡26 veces!
superiores al del resto de los habitantes no fundamentalistas del país, lo que
las sitúa al mismo rango casi que las de los países del Tercer Mundo, ya que
por ejemplo en uno de los cementerios en Idaho que tienen los "Seguidores de Cristo",
otra piadosa secta alejada de la atea medicina moderna, se ha encontrado que el 35% de las tumbas están ocupadas por menores de edad, cuando cualquiera sabe y las estadísticas así lo confirman, que
en un país desarrollado las personas suelen llegar al cementerio después de
haber disfrutado de largas y más o menos provechosas vidas y que son escasísimos los menores de edad
que mueren de manera prematura, salvo que la causa sea un inesperado accidente.
P.D.
Entrada previamente publicada en blog y que he rescatado por su más que evidente interés.
Cuando pasan cosas como lo de la yutubera que quiso curarse el cancer comiendo verduritas y rezando mucho... pues me alegro, un gilipollas menos en este mundo, que anda sobrado.
ResponderEliminarPero cuando por culpa de estos imbéciles muere (o simplemente sufre) un niño, de verdad que me gustaría para ellos una eternidad en el infierno en el que creen.
Por lo menos espero que las autoridades le practiquen la autopsia al menor. Ya que, si bien no pueden encausarles por la mierda esta de los motivos religiosos, por lo menos asegurarse que no se han librado del crío voluntariamente en algún ritual. Quién sabe, a lo mejor se creían que el niño estaba endemoniado y se lo han sacado a las bravas...
¿En serio sabes si es del año 2018 ésa noticia? Mientras leía estuve subiendo cada cinco renglones porque no podía creer que ésta noticia es de éste año. ¿Seguro estás de que no es de 1650? ¿No viste gorros negros de peregrinos puritanos o algo así?
ResponderEliminar¿Cómo puede una autoridad policial o de leyes estar cegada ante los delirios letales de fanáticos que aparentan ser guardianes de la cordura? ¿Qué tamaños sobornos son los que reciben? ¿Realmente ha sido ninguna la investigación conducida en otros casos como éste? Y si así es el delirio religioso-moral en los países más civilizados no quiero imaginar qué tamaños atropellos pueden ser cometidos en nombre de la deidad o líder de turno aquí, en los menos desarrollados.
ResponderEliminarLa siempre sorprendente e imprevisible red me acerca, casualmente, a este blog. Desde mi condición de creyente cristiano me interesa conocer el mundo de la ciencia, de la democracia, del pensamiento crítico, del racionalismo -así se encabeza esta página- desde la mirada del "ateo". Estoy convencido de que verdad y felicidad son directamente proporcionales. Cuando encuentro a una persona feliz, lo último que se me ocurriría sería venderle nada. Haz lo que sueles hacer y cree en lo que estás creyendo, porque es verdadero...es lo más que puedo decirle. La persona feliz es la única que está en la senda de la verdad. Así pues, leo los comentarios para indagar la "supuesta felicidad" de los "ateos". Pero, para mi sorpresa, no veo felicidad alguna. Al contrario, un común denominador es que destilan odio, amargura, rencor...Si sois felices siendo "ateos", ¿a cuento de qué estar mofándose, ridiculizando, humillando, riéndose de las creencias de otras personas? La gente feliz no hace eso. Eso solo es propio de los mezquinos, de las zorras que, no pudiendo alcanzar las uvas, las despreció autoengañándose de que estaban verdes. No, no me convencéis lo más mínimo. Vuestra postura no nace de una elección libre. Habéis llegado donde estáis a consecuencia de la frustración, la impotencia, el orgullo y soberbia o la idiocia. Es triste pero, en realidad, no sois más que un circo de enanos y, además, cabreados...
ResponderEliminarEl objetivo de la verdad no es hacerte feliz: yo no "creo" en la ley de la gravedad porque me hace feliz, se que es real porque si pienso que "teniendo fe" puedo volar terminaré reventándome contra el suelo.
EliminarMe sorprende mucho que en una entrada que denuncia que idiotizados padres son capaces de asesinar sin pestañear a sus hijos en nombre de un dios cruel y sanguinario aparezca un "mACARIO" hablando de la "felicidad" que se consigue mediante la religión ¡misterios insondables para este pobre ateo! Por ello nunca dejaré de sorprenderme de esa miserable "moral" de los creyentes, capaces de tragarse las mayores barbaridades justificar los mayores crímenes para "poder ser felices". Y encima acusar de "frustración, la impotencia, el orgullo y soberbia o la idiocia" a los que denunciamos ¡no sé cómo puedes dormir por las noches! Aunque la estulticia que da tener destruida la capacidad de raciocinio por ese más que peligros virus de la fe todo lo puede ¡este es quizás el único y más real milagro de la religión!
ResponderEliminarPor cierto "mACARIO" te informo que las personas más felices del mundo suelen ser los borrachos y los deficientes mentales. Así que aplícate el cuento.