La existencia de científicos religiosos
presenta una clara faceta esquizofrénica, puesto que en su jornada laboral el
investigador debe ser una profesional reflexivo y racional, para luego
abandonar todo raciocinio cuando penetra en la mezquita, pagoda, iglesia,
sinagoga o cualquier otro lugar de culto, donde es absolutamente necesario
dejar en la puerta el cerebro.
Y un artículo publicado en una
revista científica hace unos años es una muestra palpable de que para
algunos de ellos, la influencia religiosa es tan grande que, acaban perdiendo también el
cerebro dentro del laboratorio. Les pongo en antecendentes.
Un grupo de investigadores italianos se puso
a analizar los restos de ADN del famoso y más que falso lienzo de Turín, mal
llamado Sábana Santa. Descubren, como no
podía ser de otra manera, que tras cerca de mil años de haber pasado por las
manos de media cristiandad la sábana está llena de muestras de ADN de
diferentes especies vegetales, algunas de la región mediterránea, otras del
resto de Europa y otras de tierras aún más lejanas como América, la India o China.
Y algo parecido encontraron al analizar las muestras de ADN humano, que individuos de poblaciones históricas europeas, africanas y hasta asiáticas toquetearon y besuquearon (tal y como sigue haciendo hoy en día miles de católicos con la famosa estatua de escayola del más que también falso Santiago en la ciudad gallega de Compostela) la "santa" sábana.
Y algo parecido encontraron al analizar las muestras de ADN humano, que individuos de poblaciones históricas europeas, africanas y hasta asiáticas toquetearon y besuquearon (tal y como sigue haciendo hoy en día miles de católicos con la famosa estatua de escayola del más que también falso Santiago en la ciudad gallega de Compostela) la "santa" sábana.
Y ¿que concluyen nuestros investigadores?
pues no se crean, que lejos de comprender que el lienzo está más contaminado de
ADN que la sábana de un burdel y que por tanto, poca o ninguna información se
puede extraer sobre su origen, los expertos italianos afirman que
"Tal diversidad no excluye un origen medieval en Europa, pero también sería compatible con el camino histórico seguido por la Sábana de Turín durante su presunto viaje desde el Cercano Oriente"
¿Cómo? Esta afirmación es tan absurda como inferir
que como no se sabe nada de la famosa sábana desde su supuesto origen en el
siglo I EC hasta la Edad Media, el famoso Nefi de los mormones se la llevó consigo en su más que imaginario viaje a
América (aunque ya puestos si los católicos creen que un tal Yago trajo la "palabra" de dios a tierras galaicas porqué no van a creer los mormones en lo que quieran sin prueba alguna), y de allí bien pudiera haber pasado a China a manos de otros inquietos "cristianos" y luego a la India (recogiendo de camino ADN de medio
mundo) para volver a aparecer de manera milagrosa en la Francia Medieval 1.400 años después. Total
esta “hipótesis” (y ya puestos la de su origen extraterrestre, o cualquier
otra que la disparatada mente religiosa pueda concebir) también es compatible con los datos de ADN obtenidos, ya que todo el mundo
la manoseó, cosa habitual entre los piadosos cristianos.
Es más, la desbocada imaginación de los
autores del estudio llega a cotas asombrosas cuando indican también en el resumen del artículo
que la sábana pudo haber sido de manufactura india, porque ellos mismos encontraron que,
entre la mezcolanza de ADNs varios, algun(os) de indios (asiáticos, no apaches) que habían dejado su huella genética en el lienzo.
“Una posibilidad alternativa e intrigante es que la tela de lino fue teñida en la India, como quizás pueda estar apoyado porque el nombre original de la sábana santa en latín, “Sindon” [tejido de fina hechura] parece derivar de “Sindia” o de “Sindien”, una tela que viene de la India.”
Y nuestros expertos se quedan tan satisfechos,
porque no se crean que en su estudio hacen referencia lingüística alguna. Es
más, aunque resaltan esta “hipótesis” en el resumen, sin embargo en el texto del
artículo indican que
“Una posibilidad obvia es que durante el curso de los siglos, individuos de ascendencia india entraron en contacto con la sábana”
Entonces, ¿a qué marear la perdiz con
rocambolescas “hipótesis”?
Y para que vean el rigor de los autores,
resulta que “Sindia” también es una localidad de Cerdeña tal y como indica la Wikipedia. Por todo
ello, yo sugiero que quienes envolvieron al nazareno en la sábana "santa"
fueron asombrados corsos de visita por Judea, que se convirtieron así en los primeros verdaderos cristianos, piadosos que luego se la llevaron a su pueblo insular, en donde la custodiaron en secreto durante
generaciones hasta la Edad Media, en donde fue robada por los siempre
imperialistas franceses.
En resumen, una muestra más que evidente de que cuando un
científico se deja influenciar por la religión, su cabeza únicamente le sirve
para llevar sombrero.
P.D.
Gracias al internauta Carlos
Alberto Bravo Honores por haberme hecho notar la existencia de tan cristiano
estudio "científico".
Tal cosa como ése estudio no debió de ser publicado...ahora otros "expertos" presentarán sus poco lúcidas teorías que sólo empeorarán el estudio de aquel trozo de tela de origen europeo.
ResponderEliminarLamentablemente los estudios certificados y metódicos a ése paño sacro santo se han detenido.
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