La verdad es que la iglesia católica es una fuente inagotable
de sorpresas ya que no pasa un día sin que el sotanado de turno nos deleite con
alguno de esos "profundos" pensamientos católicos capaces de aunar en
apariencia los extremos más antagónicos.
La iglesia católica lleva siglos, cuando no milenios,
perpetuando el milagro de hacer lo contrario que predica. Así es recurrente su
argumentación sobre la pobreza cuando es quizás la institución más rica de la
Humanidad, también es capaz (sin despeinarse) de pontificar sobre la tolerancia
cuando en todo momento y ocasión intenta imponer su "verdad" por
encima de cualquier consideración y muchas veces a costa de la legalidad
vigente.
Pero es en el tema de la mujer, uno de sus más constantes
demonios puesto que en cada página de la Biblia y el cualquiera de los escritos
que esos padres de la Iglesia misóginos, patriarcales y machistas se recuerda
con infinita constancia el cristiano estigma del pecado y la inferioridad
femenina, en donde los jerarcas con alzacuellos desarrollan sus más peregrinas
ideas.
Así hoy mismo, el
obispo de turno no ha podido dejar pasar la ocasión y con motivo del Día de la Mujer
nos ha desvelado la eterna y paradójica contradicción cristina con el peregrino
argumento del " feminismo cristiano", oxímoron incomprensible
cuando la iglesia lleva 2.000 años insultando, subyugando, denigrando y
esclavizando de palabra y de obra a las mujeres de toda época y condición. Porque que el impresentable sotanado argumente que este día
"Es buena ocasión para reflexionar sobre qué estamos haciendo individual y colectivamente para que la mujer sea estimada en igualdad real con el hombre."
sería del todo risible sino hubiera una historia tan trágica
asociada al misógino patriarcado católico. Y no se crean que el obispo ha seguido con su patética
argumentación con la frase de que
"Lamentablemente sigue existiendo una cierta discriminación de la condición femenina en cuanto a la puesta en práctica de los derechos."
Las negritas son mías, escribiendo como si él y su institución
fueran unos antropólogos extraterrestres recién caídos del cielo y no hubieran
tenido nunca papel alguno en esta "cierta
discriminación".
Y ya desatado en su cardenalicia hipocresía el interfecto
nos explica que
"Alguna de las misiones católicas en tierras de evangelización asegura en un significativo lema que “educar a una mujer es educar a un pueblo”."
como si su secta no hubiera puesto todas las trabas posibles
a lo largo de la historia, incluida la época actual, para evitar que las
féminas accedieran a la educación no fuera que olvidaran sus sacrosantas
obligaciones y abandonaran el discreto segundo plano que el dios judeocristiano
les ha reservado en su infinita sabiduría. Es más, este sectario con alzacuellos se permite escribir
que
“en las enseñanzas de Jesús, así como en su modo de comportarse, no se encuentra nada que refleje la habitual discriminación de la mujer, propia del tiempo; por el contrario, sus palabras y sus obras expresan siempre el respeto y el honor debido a la mujer”
Porque sólo hay que recordar a ese Jesucristo, que se rodeó
únicamente de hombres y a los que privilegió en exclusiva por los siglos de los
siglos con la "sagrada" misión de dirigir al rebaño cristiano. Porque
para la zarza ardiente, el nazareno milagrero y sus elegidos la mujer es poco
más que una cabra o un camello, una mera posesión del varón. Y ya para terminar nuestro protagonista termina su pastoral
con esta incalificable frase de que
"A la intercesión de María, la Virgen Madre de Misericordia, encomiendo a todas las mujeres de nuestra diócesis para que en ella encuentren el aliento para seguir avanzando en la igualdad de los hijos de Dios."
Es decir, una mujer que fue un simple receptáculo de los
designios divinos es la encargada de hacer valer los avances de las mujeres
hacia una igualdad que por otra parte la iglesia lleva desde sus más fanáticos
inicios entorpeciendo de todas las maneras posibles. ¡Ver para creer! puesto
que quizás no haya mayor doblez e hipocresía que la de este sotanado.
"El oximorón del feminismo cristiano" Buenisimo tu articulo.
ResponderEliminarLa Biblia y el cristianismoo hacen de la mujer el objeto del pecado y al hombre el
ResponderEliminarsujeto pecador. La misoginia está presente en todos los que denominan Libros Sagrados, tanto en el Judaísmo como en el Cristianismo y el Islam.
segun la biblia y la iglesia la mujer es la sirvienta del hombre
ResponderEliminarBueno: La misoginia no es exclusiva de las religiones. Países dirigidos por ateos como los del socialismo real, eran tanto o más misóginos y homofóbicos que los dirigidos por creyentes o sus iglesias.
ResponderEliminaralbanbonilla
ResponderEliminarNo se en qué basas tu afirmación, pero resulta que por ejemplo en la actualidad en Europa los paises exsoviéticos presentan paridad de científicas: Letonia (52%), Lituania (51%), Bulgaria (48%) o Croacia (46%, mientras que por ejemplo en España o Reino Unido es del 38%, en Francia del 27% y en Alemania un exiguo 25%, paises estos tres últimos con larga y sólida raigambre investigadora. En EEUU este porcentaje es del 28%, aunque el caso más llamativo de discriminación sexual en ciencia es el japonés, en donde tan sólo un despreciable 13% de los investigadores son mujeres.
https://lacienciaysusdemonios.com/2014/09/02/las-matematicas-son-dificiles-para-las-mujeres-y-los-negros/
Los regímenes comunistas si que dieron a la mujer grandes oportunidades, comenzando por su acceso a la educación superior y a lugares patrimonio del varón como el ámbito laboral, de la ciencia, el deporte, la universidad, la medicina, la defensa y la seguridad, etc... junto a la libertad reproductiva que le dio. Es lo única cosa buena que le he visto al comunismo, junto a dar de comer a la gente. Pero eso si, el comunismo fue profundamente homofóbico, eso nadie puedo negarlo. De la URSS a Cuba, de China a Rumanía, el comunismo se portó muy mal con la comunidad homosexual: no solo no le dio derecho alguno, sino que se les persiguió con saña al considerarlos un peligro social. Unos persiguieron más y otros menos, pero ningún régimen comunista protegió al colectivo LGTB. De la misma manera que el comunismo hizo algo por la mujer, por el homosexual compitió con los fascismos en perseguirlos. Ha sido la socialdemocracia y la izquierda libertaria la que defendió a los gays, no el comunismo. Los gays no le deben al comunismo nada, salvo persecución y dolor... Y lamento que los movimientos neocomunistas no hayan pedido perdón ni reconozcan que fue un gran error...
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