Descanse en paz la izquierda nacionalista catalana

Desde la parece ser lejana Madrid a este pobre ateo irredento la situación de Cataluña le parece cada vez más surrealista. Aunque la propaganda de la supuesta independencia catalana dice que llevará a los catalanes a esa Arcadia Republicana feliz en donde, como por arte de magia, todos los problemas de los ciudadanos catalanes desaparecerán tras la eliminación del expoliador centralismo español, parece que la cruda realidad es otra muy diferente.

Sin entrar en complejas disquisiciones políticas sobre la conveniencia o no de que supuestos partidos de izquierda como Esquerra Republicana o incluso de extrema izquierda como la CUP se pongan en manos de la más dura, nacionalcatólica y ultraconservadora derecha clasista encarnada por CiU y sus nuevas marcas, derecha que es la secular heredera de esa burguesía catalana depredadora que es la que en realidad lleva siglos expoliando a los catalanes (y muchas veces de paso a los habitantes del resto de España) hay una noticia que me ha dejado directamente epatado, incapaz de asimilar la actual situación en Cataluña.

Resulta que el nuevo President cuasiindependiente ha conseguido un verdadero milagro, de esos que a los ateos nos hacen casi plantearnos la existencia de un dios allá arriba, que por supuesto es de derechas de toda la vida. Porque yo no encuentro otra explicación al hecho de que el digno heredero de la corrupta mafia "conservadora" de CiU haya conseguido que, como decía antes, los republicanos de Esquerra, un partido fuertemente laicista y los ya no digamos anticapitalistas de extrema izquierda de la CUP hayan apoyado, sin pestañear y sin que se les revuelvan las tripas hasta vomitar el poco de dignidad y de decencia que les pudiera quedar, el dar 30 millones de euros de dinero público a 16 colegios del Opus Dei para que se perpetúe esa enseñanza clasista, machista y medieval, especialmente diseñada por supuesto para los hijos de las élites explotadoras de siempre, herederos de la más casposa burguesía catalana.

Para el resto de los españoles esta situación sería algo tan disparatadamente increíble como que nuestro impresentable Presidente del Gobierno, el también nacionalcatólico Rajoy consiguiera por arte de birlibirloque que Izquierda Unida, Podemos y algún otro partido minoritario de la ultraizquierda asamblearia más radical votaran el subvencionar a los colegios del Opus Dei en Madrid, Valladolid o en Badajoz. ¡Misterios insondables de la política!

Después de esto solo falta certificar la extinción de la izquierda nacionalista catalana y dar el pésame a esos pobres catalanes que piensan que la independencia va a tener algún significado distinto para sus vidas.