Cada vez estoy más convencido de que la religiosidad
verdadera debería ser, no sólo medicada clínicamente sino también prohibida por
el bien, tanto del propio creyente enfermo como de la supervivencia de la misma
sociedad.
Y muy desgraciada, y también peligrosamente, no sólo no se
controlan los incuestionables delirios mentales de estas pobres criaturas más
locas que una cabra, sino que increíble y sorprendentemente, acaban ocupando
los más importantes cargos públicos, ocupaciones que al final van a determinar
no sólo la actual estructura social, sino lo que es muchísimo peor el futuro y
la viabilidad del actual mundo desarrollado occidental.
Porque que una persona que cree a pié juntillas en la
literalidad de los absurdos cuentos de unos pobres e ignorantes pastores de
cabras de la Edad del Bronce acabe siendo senadora estatal en EEUU sería del
todo preocupante, pero que esa
misma idiotizada cateta se convierta en la presidenta de la comisión estatal de
legislación educativa, y que por tanto pueda presionar o incluso decidir
qué materias y conocimientos deben ser enseñados en la escuela de un país
occidental es del todo intolerable, y además tan surrealista que sobrepasa la capacidad
fabuladora del más disparato escritor o guionista de ficción del mundo.
Porque objetivamente esta pobre ignorante y pueblerina
senadora, que cree que la Tierra tiene 6.000 años y que los tigres, los leones,
las gacelas, los dinosaurios y los conejos vivían felices en los mundos de Yupi
hasta el fornicio de un trozo de barro con una costilla pecadora, engañados ambos
por una serpiente parlante ¡hay que ver los poderosas que eran las drogas en la
Edad del Bronce!, el único puesto al que
debería poder aspirar es el de residente con derecho a cama, comida y potente
medicación en el frenopático estatal de Arizona, con régimen de visitas
estrictamente supervisado por el equipo médico y barra libre de los más
diversos medicamentos moduladores conductuales.
Pero sorprendentemente, ahí está dirigiendo los destinos de
las generaciones futuras de estadounidenses ¡Ver para creer!
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarNo entiendo cómo, en pleno siglo XXI, estando totalmente rodeados de alta tecnologia, viendo grandes adelantos en ciencia casi todos los dias, estamos sufriendo este resurgir del pensamiento mágico. Que si ovnis, creacionistas, islamismo radical, curanderos... ¿Por qué sera? ¿La crisis? ¿El sistema capitalista que se está saliendo un poco de madre? ¿La tecnologia ha avanzado tanto que se ha vuelto incomprensible? ¿Tanto anuncio y tanto Hollywood hace que la gente esté frustrada con su vida? ¿La extraña ensalzación de la ignorancia y la rabia al sabiondo que existe desde el colegio?
ResponderEliminarPuta bida Tete!