Aunque la fecha del calendario indique que vivimos en el
siglo XXI, en algunos casos parece que no hemos avanzado nada en los últimos
milenios.
Porque que el Parlamento Europeo asuma que
"el ritual de la circuncisión cumple con el Convenio Europeo de Derechos Humanos"
es una ofensa al más elemental raciocinio. Pero claro, políticos
israelíes tanto judíos como musulmanes (que curiosamente no se ponen de acuerdo
en ninguna otra materia) han presionado para seguir manteniendo esta bárbara costumbre en
Europa. Y lo peor de todo es que encima se sienten ofendidos como ha declarado
el portavoz del parlamento israelí, Yuli Edelstein:
"Desde el primer momento, la recomendación del Consejo de Europa [de prohibir la circuncisión] fue indignante e irracional y violaba flagrantemente la libertad de religión de muchas personas".
No señor Edelstein, lo indignante e irracional es que
ustedes mutilen a sus hijos en nombre de una tradición inventada por algunos de
sus más alucinados antepasados, individuos tan dementes que estaban más locos
que las cabras que pastoreaban al creer que conversaban con una zarza ardiente
tan colérica que convierte en hermanitas de la caridad a los peores genocidas
de la Humanidad.
Esta ley puede ser indignante e irracional para un demente. Y no viola libertad de religión ninguna. Ellos, con la imposición de mutilación de seres indefensos, están violando el derecho de escoger, la libertad de decidir si quieren mutilarse o seguir una religión o no. Agrediéndose directamente a seres sin capacidad de defenderse es un acto de cobardía y una violación a los derechos del ciudadano.
ResponderEliminarParece que la libertad de religión para estos alienados, es cuando la religión de ellos es impuesta.
En cualquier momento vamos a tener que aceptar casamientos con niñas de nueve años, para no ofender la religión de los alienados.
Si no les gustan las leyes de países con libertad de derechos, vuelvan para sus países de origen y sean felices.
Lo que parece increíble es que todavía hayan países que quieran modificar sus leyes morales por causa de unos anormales sumisos que vomitan estupideces sin sentido.
Me cago en el multiculturalismo.
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