Está meridianamente claro que es muy peligroso intentar llevar un poco de
sensatez a este mundo rebosante de imbecilidad religiosa y de ignorancia
supersticiosa.
El reciente asesinato en la India de un académico firme crítico contra la religión y la superstición en todas sus variantes se une a
otros crímenes perpetrados en ese país y en la vecina Bangladesh contra
personas que manifiestan cualquier tipo de crítica frente al siempre inextinguible
mundo de la irracionalidad.
Es por ello que los racionalistas, ateos y demás personas
que intentamos en la medida de nuestras limitadas fuerzas llevar un poco de
cordura y razón a este mundo dominado por las más estúpidas, increíbles e
infantiles creencias somos el colectivo más amenazado del mundo.
Pero eso sí,
que quede claro que somos nosotros, al ejercer nuestra libertad de expresión
por un mundo mucho más civilizado los que al final somos culpables de los
crímenes que obligamos a realizar a toda la ralea de fanáticos del variopinto
mundo sobrenatural.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminar