Si ya es ridículo pensar que una entidad todopoderosa y omnisciente, un ser más allá del espacio y del tiempo, se puede preocupa por las ruines y patéticas necesidades de unos simples primates perdidos en el rincón más oscuro de una galaxia del tres al cuarto, ese infantil afán de ser los protagonistas del Universo se torna del todo patético cuando el descerebrado de turno le reza a su dios por la victoria de su equipo.
Y no se crean, que en los siempre piadosos EEUU un tercio de la población opina ignorantemente que el Ser Supremo de la barba blanca decide en su santo poder el resultado de los encuentros deportivos. Y todavía peor, un increíble 53% de los estadounidenses piensan en esa iletrada arrogancia que tienen los creyentes que además la colérica zarza ardiente recompensa a los atletas piadosos con buena salud y éxito profesional.
Así que ya saben, si un deportista se lesiona con frecuencia o baja su rendimiento es señal evidente de su ateísmo y debería ser castigado con el potro o directamente con la hoguera como se hacía piadosamente en la antigüedad, que no sea que un equipo pierda esa final de fútbol o baloncesto por la que los aficionados llevan soñando durante años.
Aunque claro a mí en mi atea ignorancia me asalta una duda, como dios premia a los ganadores entonces, los peores equipos de las diferentes ligas ¿están plagados de blasfemos, impíos, herejes, ateos y demás personas de mal vivir?
Así que ya saben, si un deportista se lesiona con frecuencia o baja su rendimiento es señal evidente de su ateísmo y debería ser castigado con el potro o directamente con la hoguera como se hacía piadosamente en la antigüedad, que no sea que un equipo pierda esa final de fútbol o baloncesto por la que los aficionados llevan soñando durante años.
Aunque claro a mí en mi atea ignorancia me asalta una duda, como dios premia a los ganadores entonces, los peores equipos de las diferentes ligas ¿están plagados de blasfemos, impíos, herejes, ateos y demás personas de mal vivir?
Son unos locos de cuidado y encima cuentan con el beneplácito de gran parte de la comunidad. A veces me da miedo el mundo en el que vivimos (o sobrevivimos).
ResponderEliminarNinguna competición tiene como base la inteligencia. El hecho de alguien creerse mejor que otro es soporte para el preconcepto. Siendo toda competición estúpida, no podría estar separada de la religión, y la esperanza de mostrarse mejor que otro gracias al pedido por la supuesta gracia bondadosa de un supuesto ser sobrenatural preocupado con acciones estúpidas. De la misma forma que la inteligencia alimenta la inteligencia, la ignorancia alimenta la ignorancia. Todos ya hemos visto que las personas en general rezan para ganar un partido de futbol; un juego de tenis; una guerra; lanzar una bomba atómica; ganar una lotería; conseguir un empleo; un amante; un examen; para que nadie sepa lo que hicieron; recuperarse de una enfermedad; agradeciendo por la comida, etc., etc.. Pero nunca vimos alguien rezando para ser más inteligente, ¿saben por qué? Porque no se puede ser inteligente siendo estúpido.
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