Quizás uno de los más esquizoides comportamientos de la religión en general y de la iglesia católica en particular es esa antagónica dicotomía entre la prédica y la realidad. Y no hay mayor evidencia que cuando se habla de la pobreza.
La iglesia católica lleva dos milenios intoxicando con su mentirosa propaganda que es una religión de por y para los pobres y sin embargo hecho tras hecho, siglo tras siglo su comportamiento es totalmente contrario a este supuestamente inviolable principio rector.
Los dos últimos casos que muestran que todas las declaraciones de la iglesia deben ser tomadas en negativo es el ofensivo comportamiento de dos de los principales y más combativos prelados españoles, defensores de la esencia más rancia, arcaica y retrógrada de la siempre conservadora iglesia católica.
Así el demente Rouco Varela, azote de herejes y demonios, tiene a su disposición un ático de lujo de ¡400 metros cuadrados!, con 7 habitaciones y diverso personal encargado de satisfacer los deseos de este alucinado anciano. Se ve que para descansar de su eterna lucha contra el diablo Rouco necesita del confort más exquisito.
Y si la situación de Rouco Varela es vergonzantemente ofensiva, agárrense porque esto no es nada ya que el arzobispo de Granada lleva una vida equivalente a la de un millonario. Aparte de su sueldo, que pagamos todos los españoles, disfruta de una tarjeta VISA Oro con cargo al obispado (o sea otra vez los paganos somos los españoles) en donde anota entre 2 y 3 mil euros mensuales. Pero además, recibe diversas prebendas que consiguen que sus gastos alcancen la ofensiva cifra de ¡180.000 euros anuales!. Este defensor de la pobreza tiene a su servicio coche con chófer incluido, secretarias, cocinera y personal de servicio doméstico vario. Y por supuesto vive gratis en el lujoso palacio episcopal granadino porque su mantenimiento también se carga vía impuestos. Y todo ello para que este impresentable defienda el sometimiento de la mujer al varón y demás disparates solo aptos para el aborregado rebaño cristiano.
En resumen, como dice el refrán, dime de lo que presumes y te diré de lo que careces.
Los dos últimos casos que muestran que todas las declaraciones de la iglesia deben ser tomadas en negativo es el ofensivo comportamiento de dos de los principales y más combativos prelados españoles, defensores de la esencia más rancia, arcaica y retrógrada de la siempre conservadora iglesia católica.
Así el demente Rouco Varela, azote de herejes y demonios, tiene a su disposición un ático de lujo de ¡400 metros cuadrados!, con 7 habitaciones y diverso personal encargado de satisfacer los deseos de este alucinado anciano. Se ve que para descansar de su eterna lucha contra el diablo Rouco necesita del confort más exquisito.
Y si la situación de Rouco Varela es vergonzantemente ofensiva, agárrense porque esto no es nada ya que el arzobispo de Granada lleva una vida equivalente a la de un millonario. Aparte de su sueldo, que pagamos todos los españoles, disfruta de una tarjeta VISA Oro con cargo al obispado (o sea otra vez los paganos somos los españoles) en donde anota entre 2 y 3 mil euros mensuales. Pero además, recibe diversas prebendas que consiguen que sus gastos alcancen la ofensiva cifra de ¡180.000 euros anuales!. Este defensor de la pobreza tiene a su servicio coche con chófer incluido, secretarias, cocinera y personal de servicio doméstico vario. Y por supuesto vive gratis en el lujoso palacio episcopal granadino porque su mantenimiento también se carga vía impuestos. Y todo ello para que este impresentable defienda el sometimiento de la mujer al varón y demás disparates solo aptos para el aborregado rebaño cristiano.
En resumen, como dice el refrán, dime de lo que presumes y te diré de lo que careces.
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