Nuestro expresidente del gobierno, el adusto señor siempre cabreado
con el mundo, ha dado un paso más en su delirante fascismo.
Porque después que el presidente venezolano declare que es
uno de los máximos responsables del genocidio iraquí (inciso, porque las
declaraciones del presidente venezolano son pura verdad, puesto que como reza
el dicho “La verdad es la verdad la diga Agamenón o su porquero” y la cruda
realidad es que el trío de las Azores debería haber sido ser juzgado por
genocidio hace mucho tiempo) acaba
de pedir a la comunidad internacional
“que actúe contra el comportamiento antidemocrático del Gobierno de Venezuela”
Declaraciones, que viniendo del máximo exponente del filofacismo más
arcaico y criminal únicamente pueden ser interpretadas como una petición para realizar
y justificar un golpe de estado, ese mismo golpe de estado fallido que
nuestro vergonzante expresidente del gobierno intentó financiar en Venezuela
hace años contra el difunto Chávez.
Además sería de risa, si no implicara a un oscuro demagogo criminal, que
declare que en Venezuela es necesario
"al restablecimiento del pleno respeto de las libertades, de la democracia, del Estado de Derecho y de los derechos humanos"
puesto que este incalificable individuo ha estado implicado
en tenebrosas maniobras fascistoides prácticamente desde que inició su oscura
carrera política hace décadas.
Así que en resumen, Aznar además de genocida ahora es un
golpista que quiere derrocar a un gobierno democráticamente elegido.
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