Por si no hemos tenido bastante hartazgo nacionalcatólico esta pasada Semana
Santa en donde todos los poderes públicos han vuelto a escenificar su
humillación ante las demencias masoquistas de nuestros sotanados patrios, y
como siempre con cargo a los impuestos de todos los españoles ¡Faltaría más!
que los católicos y su iglesia son pobres de solemnidad, el alcalde del
municipio madrileño de Navalcarnero ha sobrepasado todos los límites del más irracional
papanatismo cristiano.
Y así en una muestra de la megalomanía cristiana más desaforada este pío alcalde
de los de antes ha ido colocando a lo largo de los años cientos de cruceiros al más puro estilo
gallego, de todos los tamaños y formas en cada una de las plazas, cruces,
caminos, calles y demás rincones de esta pequeña localidad castellana. El despropósito ha costado la friolera de
más de 10 millones de euros en un municipio asolado por la deuda pública
y en donde los recortes en el presupuesto municipal son draconianos.
Así que los habitantes de Navalcarnero tendrán peores servicios públicos
y pagarán más impuestos pero eso sí, pueden santiguarse al modo tradicional en
cada rincón de su apacible localidad y ya de paso rogar al santo de turno que
les ayuden, porque menuda cruz tienen con su impresentable alcalde.
El tema de que sean cruces u otra cosa no me parece lo más importante (refleja el carácter meapilas de un sector de la derecha española)
ResponderEliminarLo serio es ¿quién se está llevando toda esa pasta en granito? Y da lo mismo que ponga cruceiros que estatuas de Mazinger-Z
Saludos
Jesus
ResponderEliminarSi hubieran sido estatuas de Mazinger-Z al alcalde lo hubieran echado del cargo y del partido. Pero como son santas y cristianas estatuas pues tan contentos.
Si, pero lo cachondo habría sido que habrían dejado de lado lo importante: el uso irregular de fondos públicos.
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