El cinturón de la
Biblia holandés es una zona de los Países Bajos en donde viven la mayoría
de los más de 650.000 miembros del fundamentalismo protestante más
reaccionario. Por supuesto estos individuos tienen una visión tan ultracoservadora
del mundo que unos 250.000 de ellos se oponen por motivos religiosos incluso a
la vacunación de sus hijos.
Y mientras tanto los poderes públicos ceden ante esta absurda libertad
religiosa de tal manera que es
habitual en esa zona brotes epidémicos de las más variadas enfermedades.
Así desde el pasado mes de mayo más de 2.000 personas han contraído el sarampión
teniendo que ser hospitalizadas unos 120 de estos ignorantes literalistas
bíblicos. La mayoría de los casos se han dado en niños y una adolescente de 17
años ha muerto como resultado de la infección. Otros 300
hijos de padres fanáticos han sido infectados por rubeola en los últimos meses
y por supuesto la libertad religiosa de poder matar a sus hijos con una
enfermedad evitable sigue estando por encima de cualquier otra consideración.
Algunos líderes religiosos argumentan que los intentos de vacunar a sus hijos
están violentado sus conciencias. Así que para mantener puras las conciencias de
estos ignorantes fundamentalistas es necesario exponer a sus hijos a innecesarias
infecciones que ponen en riesgo la vida de sus vástagos. Pero claro, es la amorosa
voluntad de un dios misericordioso.
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