Estamos tan acostumbrados a que se violen los derechos
humanos más elementales en el mundo musulmán que la sistemática persecución de personas
por expresar cualquier punto de vista que los fanáticos musulmanes consideren
inadecuado en estos países nunca es noticia en los medios de comunicación.
Así el hecho de que un
blogero saudí haya pasado 20 meses encarcelado en esa teocracia medieval
que es la Arabia Saudí por blasfemia al escribir una conversación imaginaria
con Mahoma se acepta como algo normal. El que otro internauta saudí esté
luchando contra una condena de 7 años de prisión y 600 latigazos por blasfemia
tampoco es relevante ni digno de noticia. O el que un ciudadano de Kuwait hay
sido condenado a 10 años de prisión por ofender al profeta Mahoma parece que
tampoco es digno de noticia.
Y por supuesto mientras tanto, todos y cada uno de los
gobiernos occidentales siguen manteniendo sin escrúpulo alguno cordiales
relaciones diplomáticas y económicas con estos regímenes absolutistas e
inquisidores.
Les dejo con el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, recibiendo cordialmente en La Moncloa al
ministro de Defensa de Arabia Saudí, el Príncipe Salman Bin Abdul Aziz
Al Saud, que los negocios son los negocios y más si sirven para vender armas.
Existen gobiernos tan dedicados a perseguir a los librepensadores que sólo la misma intervención divina puede, o podría, protestar por un cambio más orientado hacia la democracia y las libertades individuales.
ResponderEliminarY después ése dios que ha decidido intervenir no podrá protestar mucho tiempo porque será juzgado por, tú ya adivinaste, ésos muy absolutistas y medievales líderes nacionales que nunca descansarán porque éste desgraciado mundo está lleno de ''herejes'' que siempre quieren perjudicar a los santos con su satánico libre pensamiento.
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