El esperpento científico-religioso de la Real Academia de Medicina de Andalucía Oriental y la Universidad de Granada

En un momento en el que nuestros piadosos gobernantes están prácticamente desmantelando el sistema científico español mientras hacen absurda ostentación de su infantilismo religioso con ruegos y plegarias varias al santoral católico al completo, ha aparecido en los medios de comunicación una noticia que muestra de manera clara y directa el nivel de oscurantismo supersticioso que está alcanzado este esperpéntico país en el que nos estamos convirtiendo a marchas forzadas por la siempre omnipresente iglesia católica española. Resulta que la Real Academia de Medicina de Andalucía Oriental que en su propia web se autopublicita como 

 "uno de los organismos médicos-consultivos más prestigiosos"

y dice contar con

"algunos de los nombre más significativos de la historia de la medicina de los últimos 170 años"

acaba de nombrar (agárrense porque esto no es ninguna parodia sino una verdadera y genuina astracanada patria) Académico de Honor de tan magna entidad al "Emmo. y Rvdmo. Cardenal Dr. D. Antonio Cañizares Llovera" tal y como indica su propia publicidad. En el acto realizado en el Aula Magna de la Facultad de Medicina de la Universidad de Granada y ante decenas de sacerdotes, del Gran Maestre y numerosos Caballeros y Damas del Santo Sepulcro de San Juan de Dios (sí han leído correctamente) tal y como indica la web de esta medieval organización.

¿Se dan cuenta de lo vergonzosamente ofensivo que es utilizar torticeramente un espacio dedicado a la razón y a la ciencia como es el aula magna de una facultad de medicina para hacer el más zafio y demagógico proselitismo católico en un acto repleto de sotanados y caballeros de una orden religioso-militar anclada en el más oscuro e intransigente pasado?¿Dónde está ahí la ciencia? Porque no se equivoquen, el homenajeado leyó su disertación titulada “La causa de la vida, cuestión crucial y decisiva del siglo XXI” en el que como no podía ser de otra manera desgranó toda la ideología sectaria y moralizante de la carpetovetónica iglesia católica con críticas constantes al aborto, al derecho a una muerte digna, al “laicismo imperante” o a “la cultura de la muerte” entre los habituales tópicos de la propaganda católica. Incluso llegó a decir en un supuesto acto científico que

“Vivimos formas de agresión por la ciencia y la tecnología"

mientras era cordial y atentamente escuchado por los académicos de medicina. Es decir, se premia con una distinción científica a un ignorante fanático religioso, un individuo que lo único que ha aprendido en toda su larga e improductiva vida es a humillarse ante el celoso e iracundo diosecillo de unos pastores de cabras y a perseguir y a demonizar a todo aquel que no comulga con su intransigente moral prehistórica mientras clama desde su tribuna contra la ciencia de manera ofensiva. Verdaderamente indignante.

¿Y cuáles han sido los méritos de tan egregia personalidad para distinguir este alto honor científico? Pues tal y como nos aclara en su acogida al homenajeado el catedrático de Microbiología y Parasitología de la Facultad de Medicina de Granada, Sr. Gonzalo Piédrola Angulo los méritos del purpurado han sido los siguientes, a saber: 

* "méritos eclesiásticos", total que ahora resulta que para ser reconocido como buen científico debemos dejar de estudiar, experimentar y descubrir ya que sólo rezando parece ser que es suficiente.

* "sus gestiones para conseguir la devolución de los Libros Plúmbeos a la Abadía del Sacromonte", que agárrense, son planchas de plomo que contienen unos dibujos indescifrables y textos en latín y en extraños caracteres árabes, que se atribuyeron nada más y nada menos que al rey Salomón. En la época de su "descubrimiento" allá por finales del siglo XV se interpretaron como el quinto evangelio que habría sido revelado por la Virgen en árabe para ser divulgado en España a los moriscos. Ahí es nada. Pero que son más falsos que una moneda de 6 pesetas ya que parece ser que fueron fabricados por unos moriscos para impedir su expulsión de España y que ya fueron declarados un engaño y heréticos por el papa Inocencio XI en el lejano siglo XVI. Total vaya mérito importante el del obispo científico.

* y "su afición por la festividad de San Lucas", patrón de médicos y cirujanos además de artistas, solteros, carniceros, encuadernadores, cerveceros, escultores y notarios según la santa madre iglesia. Así que ya se sabe, los estudiantes de medicina de toda España deben estar de enhorabuena. Si pillan una buena borrachera en honor a su patrón y el de los cerveceros suman puntos para conseguir entrar en la Real Academia de Medicina de Andalucía Oriental. Eso sí que son méritos puntuables objetivos en cualquier oposición: a más alcohol en sangre, más puntuación.

No me digan que todo esto no parece una locura sacada directamente de un sainete de Arniches o de un esperpento de Valle Inclán. ¿Qué será lo próximo en este casposo país de curas, toros y pandereta? ¿otorgar el premio Príncipe de Asturias de Ciencias a Benedicto XVI por decir en su último libro que la estrella de Belén era un supernova? o ¿hacer jefe de servicio de psiquiatría en un hospital público al alucinado padre Fortea que se dedica a exorcizar a enfermos mentales porque considera que están poseídos por el maligno?