Un neurocirujano norteamericano educado en la prestigiosa
universidad de Harvard, de cierto reputación y que se define como cristiano
sociológico no practicante sufre una agresiva meningitis bacteria que le
provoca un profundo coma. Después de despertarse, el Dr Eben Alexander narra de forma casi poética unos supuestos e increíbles
"hechos" que dice le ocurrieron mientras se encontraba en coma y que ha
publicado en un libro que ha sido
reciente portada de la revista Newsweek:
"Al principio de mi aventura, estaba en un lugar lleno de nubes. Grandes y frondosas nubes blancas y rosas que relucían drásticamente contra el cielo azul-negro. Más alto que las nubes, inconmensurablemente alto, parvadas de luminosos seres diáfanos arqueaban a lo largo y ancho del cielo, dejando banderolas detrás de ellos. Formas superiores. Más raro aún. Por la mayor parte de mi travesía, alguien más estaba conmigo. Una mujer. Ella era joven, y la recuerdo en completo detalle. Tenía pómulos pronunciados y ojos de un azul profundo. Trenzas doradas enmarcaban su hermoso rostro. Cuando la vi por primera vez, estábamos deslizándonos juntos en una superficie de patrones intrincados que después de un momento reconocí como las alas de una mariposa. De hecho, miles de mariposas estaban alrededor de nosotros , vastas olas aleteantes de ellas, internándose en el bosque y resurgiendo de nuevo. Sin usar palabras, ella me habló. El mensaje recorrió mi ser como un viento, e instantáneamente vi que era verdad. Lo supe de la misma forma que supe que el mundo que nos rodeaba era real, no algo fantasioso, pasajero e insubstancial. El mensaje tenía tres partes, y si lo tuviera que traducir al lenguaje terrenal, diría algo así: Eres amado y querido para siempre; No tienes nada que temer; No hay nada que puedas hacer que esté mal”
Hasta aquí los datos. Según la interpretación
del propio cirujano como parece que estuvo en coma muy profundo en donde el neocórtex (la zona del
cerebro donde reside la capacidad de pensar y de soñar) estaba inactiva, su
conclusión es que
"Mientras que mis neuronas estaban ofuscadas en completa inactividad por la bacteria que las había atacado, mi conciencia libre de cerebro viajó a otra dimensión más grande del universo: una dimensión que nunca soñé que existía"
es decir el cielo, el más allá
o como ustedes quieran denominarlo. Total, el mayor enigma de la humanidad
resuelto y además por un científico que confirma la visión de todos los
creyentes del mundo. Ahora sólo falta saber cuál de los innumerables dioses
adorados por la humanidad a lo largo de los siglos es el responsable de este
maravilloso mundo de
Yupi, porque nuestro protagonista no da pistas si quien gobernaba allí era
el dios cristiano, Buda, Zeus, Alá, Ghanesa o el Gran Espagueti Volador (loado
sea su infinita sabiduría y clemencia).
Pero ¿esta es la única y la más
probable explicación de lo sucedido? Porque para que la conclusión de nuestro cirujano tuviera
la más mínima posibilidad de ser razonablemente creída, debería demostrar inequívocamente
que su corteza cerebral estuvo TOTALMENTE inactiva, no sólo durante una fase del
coma más o menos larga, sino DURANTE TODO EL PROCESO. Cosa bastante improbable
ya que desde su desvanecimiento inicial hasta que fuera monitorizado en el hospital
pudieron pasar minutos u horas en los que la meningitis fuera creciendo en virulencia
y degradando cada vez más intensamente las funciones cerebrales, hasta llegar
al coma profundo al que se refiere. Después durante la semana que tardó en
volver a la consciencia es razonable pensar que los médicos encargados de su
cuidado le trataran y medicaran de todas las formas posibles hasta conseguir
eliminar el patógeno causante de la enfermedad, por lo que habría habido necesariamente
una mejora paulatina de sus capacidades cerebrales, a medida que el tratamiento comenzaba a surtir efecto, hasta su vuelta a la
conciencia. ¿O es que nuestro cirujano supone que hasta un segundo antes de su
vuelta a la realidad "sus neuronas estuvieron ofuscadas en completa
inactividad"? Vamos que su explicación sería similar al apagado instantáneo
y posterior encendido automático de un electrodoméstico sin nada de por medio.
Porque cualquier lapso de tiempo de actividad inconsciente de un cerebro,
invadido por bacterias y por tanto enfermo, podría haber dado lugar a lo que (si
han leído atentamente lo narrado por nuestro protagonista) se parece mucho a
uno de los famosos y tan nítidos delirios que se sufren bajo los efectos de una
alta fiebre independientemente de si la enfermedad es más o menos grave.
Seguramente que si el Dr. Alexander hubiera sido
el médico encargado de un caso similar, le habría explicado de la forma más
razonable y sensata posible a su febril enfermo que lo vivido únicamente es un producto
de esas fases de coma más superficial que están asociadas a todo proceso de
recuperación cerebral tras una grave enfermedad.
En resumen, otro científico
que pierde la sensatez y da preeminencia a una interpretación fantástica, risible
y yo diría personalmente que muy hollywoodiana (porque lo de las miles de
mariposas no tiene desperdicio como recurso cinematográfico) sólo porque lo ha
vivido en primera persona.
"No hay nada que puedas hacer que esté mal”. Yo hubiera aprovechado entonces para tener sexo con la rubia! ;D
ResponderEliminarLa ECM de Eben Alexander parece una NOVELA DE CIENCIA FICCION. ¿Esta NOVELA la quiso hacer pasar por un hecho real para asi poder vender MILLONES DE EJEMPLARES y HACERDSE RICO?...... no se lo que pensar....PARECE SINCERO pero da la impresion de que queria hacerse rico vendiendo su libro....(?)..... la cuestion es que NO HAY FORMA DE SABER LA VERDAD.....ES UN TERRENO ABONADO PARA CHARLATANES Y EMBAUCADORES.
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