Según publica la prensa, el presidente
del Gobierno español, Mariano Rajoy, envió un mensaje SMS con el texto "aguanta, España no es
Uganda" al ministro de
Economía, Luis de Guindos, mientras éste último negociaba el pasado sábado con
la Unión Europea el rescate económico de nuestra banca.
Aparte del revuelo que
ha provocado dicho mensaje por la falta de tacto hacia los ugandeses, si se
comparan en profundidad ambos países y salvando las evidentes diferencias entre
ambos, existe varios inquietantes paralelismos que no dejan en un muy buen
lugar a nuestra supuesta avanzada democracia española.
Primero, los gobiernos de ambas
democracias están fuertemente ligados e influenciados por fundamentalistas
cristianos. Así el presidente
ugandés mantiene conexiones con la organización fundamentalista
cristiana norteamericana “The
Fellowship” que también se ha infiltrado en los centros de decisión del
gobierno estadounidense. Por su parte es de sobra conocido que en el actual
gobierno español los grupos ultracatólicos como el Opus Dei o los Legionarios de Cristo
han colocado a numerosos miembros tanto a nivel de ministros como de otros
altos cargos de la administración.
Segundo,
ambos gobiernos están intentando imponer a sus respectivas sociedades la
estricta, reprimida y perversa moral cristiana, si bien mientras que en Uganda
ha habido varios intentos legislativos para
castigar la homosexualidad con la pena de muerte, en España por ahora la
influencia de nuestros obispos
ultramontanos sobre los actuales gobernantes no ha llegado todavía a esos criminales
extremos.
Tercero,
en ambos casos se han dado evidentes manipulaciones electorales. Así, el
presidente ugandés que lleva más de 26 años en el poder ha sido acusado
repetidas veces de ganar elecciones de forma fraudulenta. En España sólo
tenemos que recordar el famoso caso del Tamayazo,
escándalo mayúsculo todavía no esclarecido cuyo resultado fue la llegada al
poder de la famosa condesa
de Murillo de una forma más que sospechosa.
Cuarto,
y esto parece una diferencia. Aunque lo he intentado, he sido incapaz de
encontrar ninguna cita del gobierno ugandés apelando a los milagros, el más
allá y demás declaraciones supersticiosas mientras que por el contrario en
España raro es el ministro o alto cargo gubernamental que no nos sorprende con desvergonzadas
loas o fanáticas peticiones milagreras hacia el santoral católico.
En
resumen, que no sea tan prepotente nuestro crecido presidente del gobierno que la
calidad de su equipo de gobierno deja mucho que desear.
Así se habla si seño, fascistas de mierda, esperemos echarlos ya pronto si no este país se va al carjo
ResponderEliminarSaludos